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Tenis: el primer paso de la nueva era

Tenis: el primer paso de la nueva era

Andrés Alburquerque
Por : Andrés Alburquerque Periodista El Mostrador Deportes
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Perú es un rival menor en el concierto mundial. Pero la Copa Davis es la Copa Davis y por eso no había que dejar cabos sueltos. Tras los singles ganados el viernes por Christian Garín y el gigantón Nicolás Jarry, quedaba la tarea de abrochar la serie en el dobles.


El capitán, Nicolás Massú, se jugó la opción con una pareja inédita: Gonzalo Lama y Hans Podlipnik, frente a los rimenses Juan Pablo Varillas y Sergio Galdós.

Y, aunque como en todos los partidos el marcador fue más estrecho de lo que el más optimista esperaba, la pareja chilena lo resolvió con autoridad. Fue finalmente en cuatro sets, por 6-4, 3-6, 6-4 y 7-5, en casi poco más de dos horas y 40 minutos, ante un lleno Estadio Palestino.

No nos obnubilemos: el triunfo era ni más ni menos que lo que correspondía -por ranking, experiencia, historia y la condición de locales- y por mucho que Chile esté en el escalón más bajo en muchos años. Pero tampoco debemos caer en el pesimismo y creer que porque tenemos el equipo más joven de la presente versión de la Davis no seremos capaces de ganarle a ningún “grande”.

Simplemente porque los muchachos de Massú mostraron jerarquía y mucho futuro. Perderán, y varias veces antes de convertirse en una potencia, pero la semilla ya está plantada y el árbol promete dar buena sombra.

¿Qué mostró Chile? Jugadores jóvenes, de 18, 19, 20 años, que ganaron sus partidos porque eran mejores que sus adversarios y lograron controlar sus nervios en los momentos propicios. Tarea nada fácil cuando se posee tan poca experiencia, se carga con el papel de favorito y se juega en casa.

Todos los desafíos que vengan serán presumiblemente más difíciles que Perú (sin afán de ningunear al equipo de Pablo Arraya), pero el optimismo llama a nuestra puerta como hace mucho tiempo no lo hacía.

Especialmente por lo demostrado por Jarry. El jugador de 1,99 metro es atípico para el medio nacional. No solamente por su envergadura física que le permite tener un potente servicio, sino por algunos golpes de excepción que llaman a soñar. Un revés a dos manos potente; voleas llenas de intención y una derecha invertida que causa estragos en sus rivales.

Entre las tareas pendientes, las pelotas profundas sobre su revés y las devoluciones de servicio. Pero que tiene potencial, no es un secreto. Ya está ubicado entre los 200 mejores del ranking y tiene apenas 19 años.

Ahora, Chile debe esperar al ganador de la serie entre México y Bolivia para disputar opciones mayores en la Zona Americana.

Contra los norteamericanos se jugaría en casa, mientras que ante los bolivianos deberíamos ir como visitas y, seguramente, en altura. Ninguno de los dos es un rival de cuidado, pero hay que ir paso a paso, y dejar que la semilla germine con tranquilidad para dar el paso definitivo hacia una nueva era para nuestro alicaído tenis.

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