
La obra Ícaro y Dédalo, de la escultora Rebecca Matte y que se encuentra frente al Museo de Bellas Artes, volvió a ser rayada tras una millonaria restauración producto de un accidente cuando se retiraban los equipos de la Fórmula E.
Así lo informó la ministra de las Culturas Consuelo Valdés a través de Twitter, donde lamentó el acto vandálico y señaló que la escultura, también conocida como Unidos en la gloria y en la muerte, "ya fue limpiada siguiendo los protocolos establecidos".
"No nos cansaremos de trabajar para prevenir estos hechos. Creemos que educar es la clave, porque solo se valora y se cuida lo que se conoce", sentenció.