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Algunos senadores y funcionarios repararon en que el actual presidente de la Cámara Alta no posee facultades para iniciar el concurso, sino que tiene que hacerlo el saliente secretario general.
Apenas fue nombrado como presidente de la Cámara Alta, el senador Carlos Montes anunció un plan para modernizar al Senado. La medida, en tanto, aún no se hace efectiva.
Sin embargo, apenas se propuso modernizar al Senado, los 209 integrantes de la Asociación de Funcionarios del Senado (Afusen) mostraron su descontento, pero no lo hicieron público. Hasta ahora, ya que la solicitud de renuncia al secretario general de la Cámara Alta, Mario Labbé, y el posterior llamado a concurso que se publicó hace algunas semanas a nivel nacional cambiaron las cosas, como informa el diario El Mercurio.
Tras ver el llamado publicado en el Diario Oficial, algunos senadores y funcionarios repararon en que Montes no posee facultades para iniciar el concurso, sino que es el propio Labbé quien debía firmarlo.
Desde el gremio de trabajadores temen que el nuevo secretario pueda ser designado cumpliendo un compromiso político, y acusan que «no se respetó la carrera funcionaria» y aseguran que su futuro laboral estaría en juego, especialmente para el 50% de sus asociados que son a contrata, debido a que se hizo un llamado abierto a postular para este apetecido cargo -que gana $10 millones mensuales- que ejerce como jefe de servicio y ministro de fe.
Montes se defendió diciendo que su plan es modernizar el Senado conforme a las exigencias de las transformaciones ciudadanas y para eso requiere una reestructuración que debe partir por quien tiene el cargo más alto dentro de la administración interna. Además, resalta que la salida de Labbé se originó porque ya se cumplió su plazo -cuatro años renovable por cuatro años más- y descarta que el próximo nominado vaya a ser designado «a dedo» por él.
