Ningún equipo chileno sigue en competencia en algún torneo internacional.
Primero fue Unión La Calera, después la Unión Española. Ayer fue Palestino. El único representante del fútbol chileno que se mantenía con vida en la Copa Sudamericana era la Universidad Católica. Su tarea era casi milagrosa: revertir la derrota por 5 goles a 0 que sufrió ante Independiente del Valle en Ecuador. Acá, en San Carlos de Apoquindo, cumplió su tarea, ya que ganó por 3 goles a 2, pero no fue suficiente. También quedó eliminada.
Si era difícil la misión de los cruzados de remontar el anterior marcador, los rayados del valle se encargaron de matar el partido y las ilusiones de los de la precordillera a los 5 minutos de empezar el partido a través de un tanto de Alan Franco.
La Católica había perdido el partido prácticamente antes de empezar, pero pese a la adversidad tiró de coraje, a pesar de necesitar 7 goles para clasificarse, y buscó su objetivo.
Un mal inicio para la idea de remontada que barajaba la Católica, que sin embargo aprovechó la temprana expulsión por doble amarilla de Anthony Landázuri en apenas minutos para venirse arriba.
Primero anotó en el minuto 25 con un tanto de Juan Cornejo tras una falta botada por José Fuenzalida desde la izquierda, quien también asistió en el minuto 34 a Duvier Riasco para dar la vuelta al marcador.
Pese a la rápida respuesta, el equipo dirigido por el argentino Gustavo Quinteros todavía tenía que perforar la portería de Independiente más veces para dar vuelta a la goleada encajada la semana pasada en Ecuador.
A esas alturas del partido el negriazul sabía que en las condiciones de inferioridad numérica la mejor estrategia era aguantar y administrar los goles para llegar a los octavos.
La vuelta de vestuarios se convirtió en un ataque a tumba abierta de los chilenos, aunque el intento de hazaña fue un quiero y no puedo supeditado al 5-0 que mató la eliminatoria en tierras ecuatorianas.
Pese a ello, la Católica consiguió un tercer gol en el minuto 75 en su camino hacia la remontada en forma de gol en propia puerta tras el lanzamiento de un córner desde la esquina derecha y el remate hacia su propia portería de Ángelo Preciado.
Pero Independiente tenía el partido controlado y además puso la puntilla al cuadro chileno con un gol en el final del partido anotado por Cristian Dájome para volver del país austral con un billete a los octavos de final.
