CULTURA
El director chileno de cine, Sebastián Alarcón, falleció a causa de un cáncer la noche de este sábado en Moscú donde estudió, residió y trabajó desde 1969. Así lo confirmó el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
«Lamentamos la muerte de un creativo que deja un importante legado audiovisual con su destacado trabajo», publicó el Ministerio en su cuenta oficial de twitter.
«Lamentamos informar la muerte del cineasta Sebastián Alarcón, radicado en Rusia desde 1969. Ahí realizó películas como «Noche sobre Chile» o «El jaguar». Y en Chile «Los agentes de la KGB también se enamoran». Hace unos meses autorizó a Cineteca el resguardo y puesta online de su obra», señaló por su parte la Cineteca Nacional de Chile.
Nacido en Valparaíso en 1949, Alarcón estudió en la antigua Unión Soviética, donde se graduó en el principal instituto de Cinematografía de aquel país, el VGIK; luego trató de regresar a Chile pero se lo impidió la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
En su obra se destacan las películas «La primera página» (1974), «La noche sobre Chile«(1977), «La caída del cóndor» (1982), y «Jaguar» (1986), una adaptación de la novela «La ciudad y los perros», de Mario Vargas Llosa.
Según destacó el sitio Memoria Chilena, «La noche sobre Chile«, que relata los primeros días después del golpe militar de 1973, fue «reproducida en mil quinientas copias y exhibida también por televisión en diversos países de Europa del Este, en los que fue vista por más de ochenta millones de espectadores».
«Soy uno de los directores chilenos más desconocidos, pero seguro que el más visto», comentó una vez el cineasta, que vivió en Chile tras la recuperación de la democracia y donde dirigió varias otras películas, entre las que destacan «Los agentes de la KGB también se enamoran» (1991), «Cicatriz» (1996) y «El fotógrafo» (2002).
En «Cicatriz», Alarcón recreó un fallido atentado contra Pinochet por parte del izquierdista Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) en 1986.
La dictadura fue un tema recurrente de su filmografía, con películas como «Santa Esperanza» (1980), que trata de un campo de prisioneros en el desierto; «La caída del Cóndor» (1982), sobre un dictador latinoamericano que es derrocado, y «La apuesta del Comerciante solitario» (1984), una de las más elogiadas por la crítica, en la que aborda la vida en Chile a fines de los setenta.
