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La autoridad regional sostuvo que, hasta el momento, «la Superintendencia de Servicios Sanitarios ha recibido sólo un reclamo de calidad».
A pesar de que el agua ha vuelto, en Osorno el ambiente quedó bastante tenso tras la crisis sanitaria que afectó a la ciudad.
Un ejemplo claro es la medida que tomaron los trabajadores de la salud municipal de Osorno, quienes iniciaron un paro de 48 horas argumentando falta de seguridad por la calidad del agua. Los funcionarios exigen nuevos estudios que verifiquen y certifiquen la calidad del suministro.
La medida fue adoptada después de que Centro de Salud Familiar Rahue Alto (Cesfam) se cerrara al confirmarse el hallazgo de coliformes fecales en el estanque de agua del lugar.
En relación a esto, la presidenta de la Asociación de Funcionarios de la Salud Municipal (Afusam), Yasna Flores, indicó que «si un centro de salud está sin agua, la idea es que se disponga de mejor manera, con agua certificada y que no se vuelva a repetir que tengan que trabajar en las peores condiciones posibles, siendo un foco de infección».
Sin embargo, el intendente de Los Lagos, Harry Jürgensen, afirmó que «los análisis realizados por la seremi de Salud dan cuenta de la calidad del agua, ante las dudas que han manifestado los habitantes de Osorno sobre su potabilidad» y agregó que “la Superintendencia de Servicios Sanitarios ha recibido sólo un reclamo de calidad».
«Se nos informa que los estanques de seguridad de 13 millones de litros en Osorno se encuentran al 50% de su capacidad, es decir, estamos entrando plenamente en régimen, las conexiones se están haciendo a la red (…) todos los análisis de la calidad de agua potable han sido positivos”, señaló.
En cuanto al paro de 48 horas, lo atribuyó a la búsqueda de “generar una visibilidad a los reclamos por la fragilidad que se vivió durante la emergencia”, pero de todos modos garantizó que habrá atención a la población mediante “turnos éticos”.
