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Crédito: Agencia Uno
Todos estos 14 documentos serán acompañados por otros textos que serán usados para demostrar que los supuestos delitos que se le imputan a Cardoen estarían prescritos.
La defensa del empresario chileno, Carlos Cardoen, acusado por Estados Unidos de exportar circonio a Irak, material usado para fabricar bombas, se encuentra avanzando en el caso, por lo que presentaron ante el ministro instructor de la causa designado por la Corte Suprema, Carlos Aránguiz, 14 documentos para establecer que las autoridades norteamericanas conocían las actividades que desarrollaba Cardoen en Chile.
Estados Unidos pide la extradición del empresario pero la defensa insiste en que Cardoen es inocente.
Entre los documentos presentados, que revela el diario El Mercurio, se encuentra una copia del año 1995 de una declaración jurada de William Strong, ejecutivo de Teledyne, en la que da cuenta de que luego de su viaje a Chile (1984) fue contactado por un agente de la CIA, quien le preguntó sobre la empresa de Cardoen y sus productos, y señala que le contó todo sobre su visita y los productos que comercializaba, entre los que se encontraban «vehículos, explosivos y bombas».
Otro cita un extracto de la revista Qué Pasa del año 1995, en la cual se da cuenta de una reunión que sostuvo el general (r) Fernando Matthei con el entonces subsecretario adjunto para Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado, Robert Gelbarg, el embajador norteamericano Harry Barnes y el agregado aéreo John Lubbermann. En dicha reunión, según detalla el documento, «queda de manifiesto que Washington estaba al tanto de las exportaciones de circonio del empresario para fines bélicos».
También incluyen folletos explicando la bomba de racimo y una patente de la misma, las que fueron entregadas entre 1983 y 1988 en Estados Unidos.
Todos estos 14 documentos serán acompañados por otros textos que serán usados para demostrar que los supuestos delitos que se le imputan a Cardoen estarían prescritos.
