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Crédito: Agencia Uno
Una de las víctimas de Fernando Karadima explicó los principios y desafíos que dan origen al Partido por la Dignidad, el cual se encuentra en formación y cuyas bases son críticas del Gobierno, el Congreso y de las instituciones.
El nuevo líder del Partido por la Dignidad, presentado este pasado lunes, James Hamilton se refirió a la nueva colectividad y, de paso, aprovechó la instancia para criticar al Gobierno.
Sobre esta nueva propuesta política, Hamilton dijo a CNN Chile que «es un partido que es de Chile”.
“Creemos que Chile necesita un nuevo acuerdo social. Tenemos los cerebros suficientes y los corazones suficientes para crear una nueva manera de entendernos entre nosotros”, explicó sobre el partido que tiene entre sus militantes a la premio nacional de periodismo, María Olivia Mönckeberg; y, el músico Claudio Narea.
Sobre esto, sus militantes, Hamilton aseguró que no son ni de izquierda ni derecha, pero sí podría decir que no son afines al Gobierno actual. “Si son partidarios del Gobierno, quiere decir que son partidarios de las violaciones a los derechos humanos, que son partidarios de una política neoliberal”, afirmó.
“No hay una variación de grises en las violaciones a los derechos humanos. Empezar a interpretar que es menos importante la vida de decenas de personas, los ojos de centenas de personas, la violación a mujeres (…), si eso está dentro de lo que podría llamarse las reglas del juego, eso es aberrante“, aseguró Hamilton.
Sobre los principios que rigen a este partido en formación, la víctima de Fernando Karadima aseguró que se rechaza el neoliberalismo, pues buscan una forma de que el Estado tenga “una inspiración social”.
Una de las causas que apoyará este partido serán las de medio ambiente, las que serán prioridad. Por eso, buscan dar mayores facultades al Ministerio del Medio Ambiente.
En cuanto al actuar del Gobierno durante el estallido social, Hamilton dijo que «estamos en una situación crítica. El país se enfrenta a una situación en que el Gobierno tiene una aceptación tremendamente baja. Lo ha hecho tan mal que tiene una aceptación bajísima. Eso hace al país difícil de gobernar”.
También hubo críticas a los partidos políticos, asegurando que estos «no quieren que los independientes tengan voz. Lo dicen, pero al final qué ocurre, que si tú quieres ser independiente necesitas ir a inscribir una buena cantidad de personas, ante notario, tienen que tener el dinero, la posibilidad de armar campaña”.
