PAÍS
Por otra parte, la ex jefa de asesores en el primer gobierno de Sebastián Piñera, abordó el rol que tendría el TC ante una eventual nueva Constitución. A su juicio, es impensado creer que una nueva Carta Fundamental no contemple al Tribunal Constitucional, bien sea como existe ahora o uno con modificaciones, ya que reconoció que las actuales funciones del organismo han sido «puestas en tela de juicio».
La presidenta del Tribunal Constitucional (TC), María Luisa Brahm, consideró que la ciudadanía no ha logrado estar cómoda con la Constitución, y ello se debe -sostuvo- a su origen, ya que fue creada durante la dictadura de Augusto Pinochet.
«Las instituciones en los países y en nuestro país en general no solamente tienen que estar en la teoría bien delimitadas, como lo hace la Constitución, también tienen que ser reconocidas por las personas, y nuestra Constitución tiene ese problema», dijo Brahm en entrevista con Radio Cooperativa.
La autoridad agregó que «las constituciones tienen que conversar con la ciudadanía. La ciudadanía tiene que sentir que esa Constitución los representa, y esta Constitución tiene ese problema, no tanto por sus normas, sino por su origen».
La abogada de la Universidad Católica (UC) sostuvo además que el sentir de los chilenos es que «‘fue una Constitución impuesta, y así de impuesta yo no la quiero. Quiero una Constitución en la que participe la ciudadanía en su confección’, y eso es lo que está pasando, el movimiento acentó esa percepción y produjo un efecto».
Por otra parte, la ex jefa de asesores en el primer gobierno de Sebastián Piñera, abordó el rol que tendría el TC ante una eventual nueva Constitución.
A su juicio, es impensado creer que una nueva Carta Fundamental no contemple al Tribunal Constitucional, bien sea como existe ahora o uno con modificaciones, ya que reconoció que las actuales funciones del organismo han sido «puestas en tela de juicio».
En esa línea, consideró que las atribuciones de un nuevo TC podrían ser «menos o distintas, pero en general las modernas democracias del mundo desde hace 100 años están incorporando estos tribunales -van 156- y nunca se ha eliminado ninguno. Se van creando, no se van eliminando».
«Obviamente que lo que hace el Tribunal Constitucional es defender las normas de esa Constitución, por lo tanto, yo creo que cualquiera sea la Constitución que se defina, se va a crear un órgano que defienda la Constitución con lo que se resuelva», sostuvo Brahm.
María Luisa Brahm también consideró que establecer incentivos a mujeres para participar en el proceso constituyente, podría limitar su inclusión en la asamblea final.
La presidenta del TC señaló que «tengo más dudas respecto de establecer por ley o a través de la Constitución este derecho de paridad, porque a mí me parece que la paridad es, para las mujeres, un techo».
«Nuestra cultura está cambiando, y las mujeres hoy día son reconocidas como que tienen mucho que aportar, entonce quizás de manera espontánea podrían ser más (…) Si quienes van a presentar candidatos para ser parte de los constituyentes se la juegan bien, creo que les va a ir mejor a las mujeres que a los hombres», sostuvo.
