PAÍS
La aplicación de moratorias en las regiones mencionadas, fue una medida que suspendió el ingreso y otorgamiento de nuevas concesiones para centros de cultivo en 2010, cuyo límite se extiende hasta el próximo 8 de abril. Ante ello, tres organizaciones de la red Patagonia, Mar y Tierra, advierten la necesidad de mantenerlas para prevenir posibles crisis ambientales en el futuro.
La crisis del virus ISA que golpeó a la industria salmonera chilena entre el 2007 y 2009, fue un hito que marcó un antes y un después para este para sector, ya que además de significar una gran pérdida económica para la industria, llevó a una revisión exhaustiva a la regulación sanitaria y ambiental que regía a la actividad salmonera en ese entonces, incorporándose una serie de cambios sustantivos a la normativa acuícola.
Una de esas regulaciones, fue la aplicación de “moratorias” en las regiones de Los Lagos y Aysén a través de una modificación legal a la Ley General de Pesca y Acuicultura (Ley N°20.434); medida que ha significado la suspensión de ingreso y otorgamiento de concesiones salmoneras en las regiones mencionadas por casi 10 años, la cual tendrá vigencia hasta el próximo miércoles 8 de abril, debido que se cumple la fecha fijada para su alzamiento.
Sin embargo, la “Minuta relativa al término de vigencia del plazo de las moratorias de concesiones acuícolas en las regiones de Los Lagos y Aysén”, elaborada por Fundación Terram, Melimoyu y WWF Chile, advierte que esta medida se utilizó porque “uno de los principales problemas que se identificaron –en ese entonces y que persiste hasta hoy– fue el deficiente ordenamiento espacial de la actividad acuícola producto del crecimiento explosivo e inorgánico que esta había tenido en dichas regiones”.
En ese sentido, el documento técnico recientemente publicado por las organizaciones mencionadas, alerta que existen una serie de herramientas que buscarían paliar los problemas sanitarios y ambientales que posee la industria hasta el día de hoy –y que se plantearon como una solución durante la crisis del virus ISA–, que no se han concretado del todo, por lo que sería un riesgo levantar las moratorias para Los Lagos y Aysén.
Una de ellas, sería la relocalización de concesiones salmoneras, cuyo objetivo es lograr un nuevo ordenamiento y distribución territorial que solucione la creciente densidad con que se ha desarrollado la industria (una de las causas de la expansión del virus ISA). Sin embargo, esta medida no se ha aplicado, debido a diversas causas que se explicitan en la minuta.
Asimismo, el documento clarifica que otro proceso importante que se encuentra pendiente, es la culminación de los procesos de zonificación del borde costero de la Región de Los Lagos, así como la modificación a la zonificación costera en la Región de Aysén, ya que esta herramienta define los sectores de uso incompatible con la actividad, así como franjas marinas mínimas de exclusión del cultivo de salmones, entre otras especies exóticas, respecto a la cercanía con áreas protegidas terrestres colindantes con el mar.
Cabe mencionar que la falta de aplicación de herramientas de ordenamiento en la salmonicultura, como las mencionadas anteriormente, generó que en 2012 y también en 2015, se extendiera la moratoria en las regiones afectadas por la alta concentración de centros de cultivo, hasta el 8 de abril próximo.
“En este sentido, a pocos días del término de la moratoria, se hace evidente y urgente extender la medida que aún rige las dos regiones australes, entendiendo que una adecuada ordenación sanitaria y ambiental, basada en el principio precautorio y el enfoque ecosistémico, resulta a todas luces indispensable para el desarrollo de la industria salmonera, sobre todo considerando que en la región Los Lagos y Aysén ya existen 537 y 724 concesiones otorgadas, respectivamente”, señala la minuta publicada recientemente por Fundación Terram, Melimoyu y WWF Chile
