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Crédito: Agencia UNO
Pero no solo importa el porcentaje, sino a quienes se está testeando, dice el documento. En ese sentido, sostienen que «a medida que las cifras de contagios van bajando, es clave que los tests realizados se integren a la estrategia de trazabilidad, de modo que buena parte de los tests se realicen a personas que estuvieron en contacto con contagios recientes».
El centro de estudios Espacio Público realizó una investigación respecto a los niveles que debe alcanzar la tasa de positividad para pensar en el levantamiento de las cuarentenas, la cual -según distintos organismos nacionales e internacionales- debería estar entre el 3% y 10%.
En el informe desarrollado por los investigadores Camila Arroyo, Tomás Cortés, Eduardo Engel, Diego Pardow y Pablo Simonetti, destacan que el ministro de Salud, Enrique Paris «indicó que una positividad inferior a 20% será uno de los requisitos para iniciar el desconfinamiento».
Agregan que «Existe consenso en cuanto a que la positividad, es decir la fracción de tests PCR que da positivo, es uno de los indicadores claves para definir las distintas etapas de desconfinamiento en una región determinada. Sin embargo, un umbral de 20 por ciento es, a todas luces, demasiado alto. El consejo asesor Covid recomendó una positividad de 10 por ciento o menos. La OMS recomienda una positividad inferior al 5 por ciento por al menos 14 días. El grupo de Global Epidemics (una red de instituciones de investigación, universidades, y organizaciones de salud pública) recomiendan una tasa de positividad de 3% o menos».
Pero no solo importa el porcentaje, sino a quienes se está testeando, dice el documento. En ese sentido, sostienen que «a medida que las cifras de contagios van bajando, es clave que los tests realizados se integren a la estrategia de trazabilidad, de modo que buena parte de los tests se realicen a personas que estuvieron en contacto con contagios recientes».
Sugieren que los tests «que salen a buscar casos debieran focalizarse en poblaciones con alta probabilidad de estar contagiados», como por ejemplo, choferes de locomoción colectiva.
«Tal como hemos dicho en informes anteriores, el plan de desconfinamiento debería ser desarrollado de manera participativa con la comunidad científica, debería ser paulatino, sobre todo en las grandes ciudades, debería estar fundado en indicadores de salud y debería ser comunicado a la población de manera que sea fácil de seguir».
