De los hechos que se investigan, se desprende que la dinámica en la comisión de este tipo de delito se originó con la captación de personas de nacionalidad venezolana y colombiana en las cercanías del terminal de la ciudad de Tacna, Perú, durante el mes de julio.
Esta semana la Sede Regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Arica y Parinacota, presentó cuatro querellas por el delito de tráfico ilícito de migrantes, ilícito que ha aumentado en los últimos meses en la frontera norte del país, como efecto, principalmente, del cierre de fronteras en el contexto de la pandemia.
De los hechos que se investigan, se desprende que la dinámica en la comisión de este tipo de delito se originó con la captación de personas de nacionalidad venezolana y colombiana en las cercanías del terminal de la ciudad de Tacna, Perú, durante el mes de julio. A estas personas se les ofrecía el ingresó clandestino a Chile, a cambio del pago de un monto de dinero que iba desde los 50 hasta los 500 dólares por persona, sin explicar los riesgos que implica un tránsito de estas características.
Las personas que realizaban este pago, posteriormente eran trasladadas a residencias y hoteles mientras los traficantes reunían un número importante de víctimas que cruzarían la frontera en grupos.
En tanto, las personas migrantes, entre ellas un numero importante de niños, niñas y adolescentes, eran trasladadas hasta un punto cercano a la frontera en vehículos, haciéndolos caminar por el desierto por largas horas, transitar por alambrados y sectores donde aún se encuentran minas antipersonales, exponiéndolos a diversos factores que pusieron en riesgo su vida y su integridad hasta llegar a territorio chileno.
Víctor Hugo Lagos, Jefe Regional del INDH Arica y Parinacota manifestó su preocupación por el aumento de este delito durante los últimos días en la región.
“Los migrantes se encuentran en una permanente situación de vulnerabilidad y, sobretodo en contexto de cierre de fronteras, expuestos a la explotación y aprovechamiento de las redes de tráfico. En esta frontera y en casos anteriores hay personas que han resultado seriamente lesionadas por la explosión de minas antipersonales que aun permanecen en el desierto. Este tipo de consideraciones no la tienen los traficantes de personas, quienes suelen realizar sus actividades sin ninguna deferencia por la vida de personas cuyas dificultades han generado la demanda de sus servicios”, sostuvo.
La Sede del INDH de Arica y Parinacota ha expresado su preocupación por el aumento de personas afectadas por este delito en las últimas semanas, más de 100 personas originarias de Venezuela y Colombia, principalmente, entre las que se encuentran niños, niñas y adolescentes que ingresaron al territorio con sus familias.