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De Urresti, presidente de la Comisión de Medio Ambiente, recordó que este proyecto fue ingresado a tramitación el año 2017, “por lo que ningún actor del sistema puede declararse sorprendido respecto de lo que se buscaba, que no era otra cosa que incluir a esta importante actividad económica entre aquellas cuyos impactos deben ser evaluados».
Satisfecho por la aprobación, en general y en particular, en la Comisión de Medio Ambiente del proyecto de su autoría que somete a evaluación de impacto ambiental a los grandes proyectos forestales, se manifestó el senador socialista Alfonso De Urresti, quien dijo que “pese a que hubo una fuerte resistencia de organismos públicos y privados, que no querían que se legislara sobre esta materia y buscaron dilatar su discusión, finalmente se dio este paso, que era necesario en el actual contexto de cambio climático que vive el país”.
De Urresti, presidente de la instancia parlamentaria, recordó que este proyecto fue ingresado a tramitación el año 2017, “por lo que ningún actor del sistema puede declararse sorprendido respecto de lo que se buscaba, que no era otra cosa que incluir a esta importante actividad económica entre aquellas cuyos impactos deben ser evaluados. Así como sucede con la minería o la salmonicultura, era evidente que una actividad expansiva e intensiva como la forestal, que cada vez genera más impactos, debía también ser incluida y asé evitar los impactos negativos potenciales que tiene esta industria en nuestro medio ambiente”.
El legislador socialista dijo que “por lo demás, este fue un proyecto que se discutió durante mucho tiempo, la comisión recibió a muchos invitados, académicos, investigadores y representantes de entidades del sector forestal, que entregaron valioso antecedentes e insumos para formarnos la convicción de seguir adelante, con un proyecto simple, perfectible, pero que marcará un hito, porque se constituirá en el primer paso hacia un nuevo modelo forestal que se haga cargo de sus impactos, especialmente hídricos”.
De Urresti agregó que “tal como quedó claro durante el debate, no se trata de un proyecto contra la actividad forestal, sino de una moción que busca establecer ciertos límites a los impactos territoriales, ambientales y sociales que hoy se producen. La realidad que tenemos a la vista nos dice que hasta ahora los protocolos, impulsados desde la institucionalidad forestal, han sido insuficientes para hacerse cargo de estas problemáticas. Ya era tiempo de que esta actividad fuera regulada por una ley y no solo por instrumentos voluntarios”.
Finalmente, el parlamentario dijo confiar en que “este proyecto seguirá avanzando en su tramitación, porque es necesario, porque en el contexto de un cambio climático que agudiza la escasez hídrica, no es posible seguir normalizando la plantación de miles de hectáreas que afectan extensos territorios y comunidades, ni tampoco permitir que las plantaciones exóticas sigan desplazando en muchas zonas el bosque nativo”.
