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El Ministerio Público determinó que la indagatoria quedara en manos de la Policía de Investigaciones (PDI), a quien instruyó recopilar antecedentes.
El penal no cobrado a Colo Colo en su duelo ante Cobresal del pasado jueves -que pudo dejar al elenco albo salvado de toda posibilidad de descenso- tomó tintes policiales, luego de que este lunes la Fiscalía Occidente confirmó una investigación por amenazas que sufrió el árbitro de dicho encuentro, Francisco Gilabert.
El Ministerio Público determinó que la indagatoria quedara en manos de la Policía de Investigaciones (PDI), a quien instruyó recopilar antecedentes.
Además, solicitaron medidas de protección y rondas periódicas en la casa del árbitro.
El penal en cuestión fue revisado incluso ante el VAR, pero Gilabert mantuvo su decisión de no cobrarlo, a pesar de que en la misma instancia sus otros compañeros le recomendaron pitar la pena máxima.
El técnico de Colo Colo, Gustavo Quinteros, sostuvo al finalizar el partido que «lo vi 15 veces, fue clarísimo, pero el árbitro no lo quiso cobrar. Nos costó tres puntos que nos permitía salvarnos de esta situación».
