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Eduardo Vergara, director ejecutivo de Chile 21: “Hay un abuso del Estado de Catástrofe para justificar el uso desproporcionado de la fuerza”

«Lo que hemos visto en este gobierno en particular es el abuso de la excepcionalidad constitucional, el abuso del estado de catástrofe para ejercer el control desproporcionado de la fuerza para parchar la ineficiencia operativa de legitimidad y credibilidad de las policías pero además para militarizar los territorios. Nosotros fuimos bien críticos cuando fuimos de los pocos que fuimos directos en criticar la extensión del estado de catástrofe a menos que se condicionará con una rendición de cuentas y con un compromiso explícito de que no se seguiría abusando la excepcionalidad para ejercer más control», afirmó.


El director ejecutivo de Chile 21, Eduardo Vergara, conversó este lunes en el programa El Mostrador en La Clave, de radio La Clave, donde habló sobre la extensión del Estado de Catástrofe y el uso que le está dando el Gobierno, el que «se encapsula en una crisis profunda que estamos viviendo en cuanto a seguridad pública».

«Lo que hemos visto en este gobierno en particular es el abuso de la excepcionalidad constitucional, el abuso del estado de catástrofe para ejercer el control desproporcionado de la fuerza para parchar la ineficiencia operativa de legitimidad y credibilidad de las policías pero además para militarizar los territorios. Nosotros fuimos bien críticos cuando fuimos de los pocos que fuimos directos en criticar la extensión del estado de catástrofe a menos que se condicionará con una rendición de cuentas y con un compromiso explícito de que no se seguiría abusando la excepcionalidad para ejercer más control», afirmó.

«Lo que sucedió es que el gobierno está usando esta institucionalidad constitucional como un tanque de oxígeno para gobernar», añadió, explicando que el Gobierno «no puede gobernar sin el toque de queda y sin las facultades excepcionales que tiene gracias a la pandemia».

Vergara también habló sobre el uso de las Fuerzas Armadas para combatir algunos focos de violencia, como en la macrozona sur. «Efectivamente no es una crisis de seguridad, es una crisis de orden público para el Gobierno y eso ha sido uno de los elementos transversales más complejos del estado actual que tienen nuestra Policía y no solamente Carabineros sino que también la Policía de Investigaciones».

«Entonces el problema es cuando las policías bajo la orden del gobierno de la policía dependen del ministerio del interior de sobre eso de esa fantasía de autonomía creo que es muy peligrosa pero es porque su objetivo principal es recuperar o instalar el orden público y qué es lo que hemos visto particularmente en situaciones similares en otros países el objetivo de la policía tiene que ser la colaboración para destrabar conflictos.

«Cuando eso ocurre al Presidente de la República no le queda otra en su lógica de control y mano dura que profundizar la presencia de los militares y teniendo en cuenta que los mismos militares han dado demostraciones muy duras desde el inicio de la pandemia cuando el general a cargo de la macro zona de la zona metropolitana dice que no en guerra con nadie hasta el día de hoy con este entuerto bastante ordinario que vimos en que el gobierno trató de enviarle instrucciones al ejército por medio del diario El Mercurio en la voz del vocero Cristián Barra y manifestó esta desconfianza que existe desde la institución militar hacia el gobierno», añadió.

«Entonces este charquicán que tenemos en la zona se basa en la incapacidad de un gobierno para gobernar. Eso es simple. Cuando las mismas instituciones no le creen, cuando no le funciona lo que sí le funciona con Carabineros de Chile con la Fuerza Armada estamos hablando de un estado que está viviendo una crisis de seguridad», dijo.

«Entonces mientras no se recupere la confianza de Carabineros, Carabineros no tenga capacidad de volver a hacer su trabajo, la verdad que estamos en un laberinto bastante complejo porque además la recuperación de las instituciones, particularmente en la credibilidad, no ocurre de la noche a la mañana. Una de las razones por las cuales las Fuerzas Armadas no quieren entrar en este juego de instrumentalizar su acción para proteger una orden que ni siquiera es de un orden público sino que es la obsesión del orden político desde el Gobierno central lo hacen porque les costó mucho recuperar la credibilidad y no van a hipotecar en una capricho político perder todo lo que les ha costado tanto ganar desde el retorno de la democracia», cerró.

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