NUEVA CONSTITUCIÓN
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En el marco de la norma que busca nacionalizar las grandes empresas mineras del país, Marcela Hernando señaló que «le bajaría un poco el perfil a la conversación que tiene que ser discutida en el pleno. Aquí estamos hablando de una comisión que lo aprobó, no de forma unánime», enfatizó, agregando que «tuvo bastantes votos en contra». Por otro lado, llamó a la calma a las empresas privadas. «Nadie está haciendo una revolución», sostuvo.
La próxima ministra de Minería, Marcela Hernando (PR), abordó lo que será su llegada al Ministerio, donde tuvo palabras antes los principales desafíos que deberá afrontar a prácticamente un mes del cambio de mando el 11 de marzo.
En una entrevista a Emol TV, la diputada por el distrito 3 se refirió a una norma aprobada por el órgano redactor, donde se busca «nacionalizar las grandes empresas mineras del país». Ante esto, Hernando desdramatizó la medida, asegurando que para que se logre, se deben pactar grandes acuerdos; lo que a su parecer, es muy complicado.
«Aquí tendría que haber un acuerdo transversal. Se tiene que llegar a acuerdos que son tremendamente exigentes en cuanto el quórum, por lo tanto, hay que dialogar, dialogar y dialogar», expresó.
Asimismo, afirmó que «le bajaría un poco el perfil a la conversación que tiene que ser discutida en el pleno. Aquí estamos hablando de una comisión que lo aprobó, no de forma unánime, tuvo bastantes votos en contra», manifestó.
«Si llegara a ser aprobado el que se estatice una empresa, correspondería pagar en justicia lo que tenga de inversión esa empresa y lo que significa en más complicación, diría yo, es cómo valorizas eso que tendrías que pagar. También evaluar si es que el país está en condiciones para eso», planteó.
«Falta mucha agua que corra todavía bajo el puente, tenemos que dialogar muchísimo todavía», agregó.
De esta manera, la futura ministra Hernando puso paños fríos y llamó a la calma a los inversores privados del país. «Lo que más les interesa es tener certezas. A eso me refiero cuando digo que hay que bajarle el tono a la discusión, porque aquí nadie está haciendo una revolución ni va a haber una toma de la Bastilla ni nada por el estilo», concluyó.
