PAÍS
Crédito: Agencia Uno
Una de la subvariantes de Ómicron es la BA.2, denominada como “sigilosa” por su dificultad al detectarla en test PCR. Cuatro casos de ella se encuentran en Chile, por lo que el ministro Enrique Paris, afirmó podría haber otra ola de contagio. “Mientras no exista una capacidad para que todo el mundo se vacune, van a seguir apareciendo cepas, variantes, que probablemente van a ser menos agresivas, como está pasando con el Ómicron, pero mucho más contagiosas”.
La variante Ómicron desencadenó la peor cifra de contagios en toda la pandemia en Chile, con 38.446 positivos en el11 de febrero. A pesar de que es menos letal, se propaga más fácilmente. Por lo mismo, preocupación hay en el Ministerio de Salud por una nueva ola, debido a las subvariantes de Ómicron que han detectado los expertos, las cuales hasta el momento son tres.
Una de ellas es la BA.2, que se le ha denominado “sigilosa”, porque ha sido dificultoso detectarla en los tests PCR. Esto significa que llevaría un poco más de tiempo reconocer mediante la secuenciación del genoma qué variante es la responsable en el contagio.
En conocimiento de la situación, el ministro de Salud, Enrique Paris, informó esta mañana que la mencionada subvariante ya se encuentra en Chile.
Específicamente, son cuatro los contagiados por BA.2 que se han registrado hasta ahora, según consignó Paris a La Tercera, casos que fueron confirmados por el Instituto de Salud Pública (ISP). Los primeros tres fueron detectados el 7 de febrero y el cuarto se confirmó el 13 de este mismo mes.
Del total, dos provienen de la región de Magallanes -de tipo comunitario- , y los otros dos se reportaron en la Región Metropolitana, quienes son viajeros, pero se desconoce el país de procedencia.
Durante la conversación con el medio, Paris comentó que “esto va a seguir ocurriendo”, ya que, a su juicio, “mientras no exista solidaridad en el mundo, mientras no exista una capacidad para que todo el mundo se vacune, van a seguir apareciendo cepas, variantes, como queramos llamarlo, que probablemente van a ser menos agresivas, como está pasando con el Ómicron, pero mucho más contagiosas”.
Bajo ese contexto, el ministro de Salud apuntó a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) “debería haber tenido una labor mucho más importante, más fuerte” respecto a las campañas de vacunación en los diferentes países.
“Yo fui a la OMS, a Ginebra, y propusimos un cambio en el estatuto de la OMS para que -como las donaciones son voluntarias-, más del 50%, ojalá el 80%, sean obligatorias”, aseguró.
“La OMS tiene que tener más poder en ese sentido para poder repartir vacunas. En África hay países que tienen el 2% solamente de su población vacunada, entonces ahí llega el virus, muta y nueva variante, nueva ola”, agregó.
