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Crédito: Agencia Uno
Tras la presentación del segundo Informe de Política Monetaria (IPoM) del año, la entidad enfatizó en el complejo panorama económico que atraviesa actualmente el país, por lo que proyectó que la inflación se coloque «algo por debajo» al 13% durante el tercer trimestre de 2022 y, desde ahí, comience a descender.
El Banco Central presentó el segundo Informe de Política Monetaria (IPoM) del año, en donde enfatizó en el complejo panorama inflacionario que atraviesa el país y que se ha profundizado a raíz de la invasión rusa a Ucrania.
La presidenta del Banco Central, Rosanna Costa indicó que «la inflación en Chile ha seguido escalando, alcanzando su máximo nivel de las últimas décadas» y que el factor principal de dicha alza de precios «continúa siendo el significativo aumento de la demanda durante 2021», recalcando que «en los últimos meses se ha profundizado el impacto de las altas presiones de costos globales, consecuencia de los mayores precios de las materias primas, la energía y los alimentos».
«Todo esto en un contexto en que se han mantenido las dificultades en las cadenas de distribución global, el peso permanece depreciado y la brecha de actividad sigue siendo positiva», manifestó.
De esta forma, «la mayor persistencia de los elevados costos externos y un consumo más dinámico que lo anticipado, llevan a una revisión importante de la trayectoria de inflación respecto del IPoM previo», sostuvo la entidad.
En la misma línea y ante el escenario actual, el ente rector estimó que la variación anual del IPC continuará al alza, hasta valores por debajo de 13% durante el tercer trimestre.
«A partir de allí, comenzará a descender, terminando 2022 en torno a 10%, lo que es significativamente superior a lo previsto en marzo», advirtió.
Lo anterior, según los datos brindados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que detalló que en mayo el IPC se alzó un 1,2%, elevando la inflación anual a 11,5%, el mayor nivel en 28 años.
También, informó que «es relevante» la proyección de inflación subyacente a diciembre de 2022, alcanzando 2,5 puntos porcentuales por sobre lo estimado en marzo.
«En este caso, los principales cambios responden a los mayores precios de los alimentos incluidos en este índice, al efecto del alza del tipo de cambio y a los cuellos de botella logísticos en el el precio de los bienes», añadió.
El Banco Central señaló que hacia 2023 y 2024, el escenario central «sigue contemplando que la inflación total y su contraparte subyacente tendrán un sostenido descenso, ubicándose ambas en torno a 3% para mediados de 2024, el fin del horizonte de política monetaria de dos años».
«En esta proyección, la inflación total cerrará 2023 alrededor de 3%, mientras que la inflación subyacente se ubicará cercana a 4% anual», adicionó.
«El descenso de esta última será más lento que el de la inflación total y comenzará más tarde que lo previsto en marzo, reflejo de la mayor persistencia de los shocks de costos externos y de la relevancia de los efectos de segunda vuelta», cerró.
