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Los expertos consideran que, de aprobarse la nueva Constitución, introduciría un sistema «superpresidencialista» en el que el jefe del Estado acumulará poderes ejecutivos sin restricciones ni controles que garanticen la separación de poderes en un Estado de Derecho.
El presidente tunecino, Kais Said, instó hoy a la ciudadanía a votar a favor de su proyecto constitucional en el referéndum del próximo 25 de julio y cuyo texto ha sido criticado por los responsables de la instancia nacional consultiva- creada un mes antes para redactar el borrador- por su deriva autoritaria.
«Decid sí para evitar la desintegración del Estado y realizar los objetivos de la revolución. No habrá más miseria, terrorismo, hambruna, injusticia y dolor», defendió el mandatario en una carta de tres páginas dirigida a la nación, en la que insistió en que la «historia no volverá atrás».
Asimismo subrayó la «necesidad» de una nueva Carta Magna- para remplazar la de 2014, suspendida desde septiembre- después de que la clase política de la última década promulgase leyes «que servían a intereses personales y no respondían a las reivindicaciones populares de la revolución de 2011 que puso fin a la dictadura de Zin El Abidine Ben Ali».
«Aquellos que tratan de conspirar diciendo que el proyecto constitucional prepara el regreso a la tiranía no se han molestado en leer todos los artículos y leyes», respondió Said a sus detractores.
Dos días antes, el presidente de la instancia consultiva, el jurista Sadok Belaid, denunció en otra misiva que el borrador, entregado el pasado 20 de junio, fue modificado en su totalidad, lo que podría «abrir las puertas a un régimen dictatorial».
Según el texto definitivo, publicado en el Boletín Oficial del Estado, el poder legislativo estará compuesto por el Parlamento y una nueva cámara llamada Consejo Nacional Regional y Territorial, ambos con prerrogativas muy limitadas. Además se otorga el poder de nombrar a los jueces e introduce un artículo para decretar el estado de excepción sin que ninguno de los otros poderes puedan cuestionar esta decisión.
Los expertos consideran que, de aprobarse la nueva Constitución, introduciría un sistema «superpresidencialista» en el que el jefe del Estado acumulará poderes ejecutivos sin restricciones ni controles que garanticen la separación de poderes en un Estado de Derecho.
La consulta coincide con el primer aniversario de las medidas excepcionales de Said, que se arrogó plenos poderes para «preservar la paz social» y anunció una hoja de ruta que incluye unas elecciones legislativas el próximo 17 de diciembre, en el que las listas uninominales sustituirán a los partidos políticos.
