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Crédito: Agencia Uno
«Los resultados, que incluyen a las aseguradoras Banmédica, Colmena, Consalud, Cruz Blanca, Nueva Masvida y Vida Tres, se deben principalmente al congelamiento del precio de los planes de salud, que se aplicó durante 2020 y 2021», señalaron desde la Asociación de Isapres.
El último balance financiero de las Isapres, correspondiente al primer semestre del 2022, arrojó una pérdida de $73.607 millones de pesos. Esto, sumado a las cifras de 2021, totalizan un resultado negativo por $222 mil millones.
«Los resultados, que incluyen a las aseguradoras Banmédica, Colmena, Consalud, Cruz Blanca, Nueva Masvida y Vida Tres, se deben principalmente al congelamiento del precio de los planes de salud, que se aplicó durante 2020 y 2021», señaló la Asociación de Isapres en un comunicado.
«Los resultados negativos también se explican por un mayor gasto nominal en atenciones de salud (cirugías, consultas médicas, exámenes y procedimientos), el que aumentó 14% en los primeros seis meses de este año, mientras el desembolso por licencias médicas subió 5%», agregaron.
La Isapre que experimentó las mayores bajas fue Cruz Blanca, con una pérdida de $26.822 millones. Le siguen Consalud (-$26.531 millones), Banmédica (-$16.592 millones), Colmena (-$5.128 millones) y Nueva Masvida (-$234 millones).
En tanto, la prestadora Vida Tres fue la única que reportó resultados positivos ($1.700 millones).
El presidente de la Asociación de Isapres, Gonzalo Simon, dijo que “los costos en salud han crecido sostenidamente, no solo en Chile sino en todo el mundo, empujados por la pandemia. Y en ese contexto, con una mayor presión asistencial y de licencias médicas, los precios de los planes estuvieron congelados durante dos años, generando un desequilibrio financiero muy grave”.
El representante de la entidad gremial, además, apuntó a la judicialización que afecta al sistema y enfatizó que el problema no es únicamente el balance negativo, sino más bien “el grave riesgo de que este déficit operacional se instale de manera permanente».
«Lo que está amenazando a las Isapres es la incongruencia entre las leyes que regulan al sector y la interpretación que realizan las autoridades de las mismas. Es decir, un problema de inviabilidad administrativa y operacional que, en definitiva, no permite proyectar con certeza el sistema hacia el futuro”, sostuvo.
De acuerdo con la Asociación de Isapres, la falta de definiciones normativas no puede ser corregida por el sector y constituye un escenario irreversible, salvo una decidida acción del Gobierno.
“Las aseguradoras, pensando en los afiliados, están haciendo aportes, mes a mes, para suplir los recursos necesarios para operar. Sin embargo, es necesario tener claridad de que, sin certeza jurídica ni equilibrio financiero, no es posible garantizar el futuro de las coberturas de salud”, dijo Simon.
En este escenario, la Asociación de Isapres valoró la instancia de diálogo que comprometió el Ministerio de Salud, así como la intención de generar en los próximos días dos propuestas, de corto y largo plazo, para abordar y contener la crisis en el sistema.
“El Gobierno ha reconocido el problema y la expectativa es encontrar con la mayor celeridad un mecanismo que evite un cierre abrupto y la crisis que esto implicaría, no solamente para los beneficiarios, sino también para los prestadores y los usuarios del sistema público, que ven con preocupación el riesgo en que se encuentra el sector”, agregó el presidente de la entidad
