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Créditos: Reuters
En el documento sobre esclavitud moderna, se indica que la pandemia del Covid-19, los conflictos armados y el cambio climático han provocado una alteración sin precedentes del empleo y la educación, al mismo tiempo que han exacerbado la pobreza extrema y la migración forzosa. El número de personas en situación de esclavitud moderna ha aumentado en unos 9,3 millones, en comparación con el último recuento de 2016.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la ONU publicó en su informe sobre la esclavitud moderna, que el número de personas obligadas a trabajar o a contraer matrimonio en contra de su voluntad ha aumentado en los últimos años hasta llegar a unos 50 millones en un día cualquiera.
La pandemia del Covid-19, los conflictos armados y el cambio climático han provocado una alteración sin precedentes del empleo y la educación, al mismo tiempo han exacerbado la pobreza extrema y la migración forzosa, señaló el organismo.
En comparación con el último recuento del año 2016, el número de personas en situación de esclavitud moderna ha aumentado en unos 9,3 millones. Según las últimas cifras, el trabajo forzoso representó 27,6 millones de las personas en esclavitud moderna en 2021, de las cuales más de 3,3 millones son niños, y el matrimonio forzoso 22 millones.
Además, la OIT descubrió que más de la mitad del trabajo forzoso se produjo en países de ingresos medios-altos o altos y que los trabajadores migrantes tienen más del triple de probabilidades de verse afectados. El informe menciona que en Qatar, han existido numerosas denuncias de violaciones de los derechos laborales de los inmigrantes que trabajan allí en el periodo previo a la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA, que comienza en noviembre.
Sin embargo, desde que la OIT abrió una oficina en la capital, Doha, en abril de 2018, se han producido «avances significativos» en relación con las condiciones de vida y de trabajo de cientos de miles de trabajadores migrantes en el país, aunque siguen existiendo problemas en la aplicación de las nuevas normas laborales, según el informe.
El director ejecutivo de Qatar 2022, Nasser Al Khater, dijo que el país se había enfrentado a muchas críticas injustas sobre su organización de la Copa del Mundo que no estaban basadas en hechos, pero que había dado respuesta a cualquier crítica justa.
En el informe de la ONU también se indica la preocupación por el trabajo forzoso en algunas zonas de China, respecto del documento publicado por la excomisionada de derechos humanos de la organización, que afirmaba «graves violaciones de los derechos humanos» y la detención de uigures y otros musulmanes, lo que podía constituir crímenes contra la humanidad. Algo que Pekín ha negado.
