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Crédito: Agencia Uno
«La determinación de bajar a alerta verde se fundamenta en que desde mediados de octubre de 2022 el Complejo Volcánico no presenta actividad superficial», señaló el Sernageomin en un comunicado.
El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) resolvió la mañana de este miércoles bajar la alerta amarilla del Complejo Volcánico Nevados del Chillán a alerta técnica verde. El Servicio mantuvo la alerta amarilla desde el 2015 (en específico, durante seis años y 10 meses), en un proceso eruptivo que duró más de siete años.
«La determinación de bajar a alerta verde se fundamenta en que desde mediados de octubre de 2022 el Complejo Volcánico no presenta actividad superficial, aunque Sernageomin mantuvo por algunos meses más en alerta amarilla dado que el volcán todavía mostraba indicios de actividad interna. No obstante, se concluyó que en la actualidad no hay suficiente energía o material que se esté liberando en superficie», señaló el Servicio en un comunicado.
El Sernageomin indicó que el ciclo eruptivo, en sus inicios, trajo como consecuencia la creación de varios cráteres pequeños que dieron paso a un cráter mayor denominado Nicanor, donde se concentró gran parte de la actividad del proceso eruptivo, generando ocho flujos de lavas de alcance que no superaron los 2 kilómetros de longitud.
«También se formaron algunos domos de lava, que ocasionaron explosiones menores y emisión de cenizas fina que en alguna ocasion se percibió en localidades cercanas como Las Trancas», complementaron.
A su vez, detallaron que durante el periodo, el Complejo Volcánico llegó como máximo a alerta técnica naranja el 2018, con el surgimiento de un gran domo que se destruyó al cabo de unos meses.
Para el subdirector nacional de Geología (s) de Sernageomin, Álvaro Amigo, “este fue un ciclo eruptivo que nos dejó bastantes enseñanzas, donde intensificamos la vigilancia a través de sensores satelitales, los que nos permitió obtener imágenes de alta resolución para identificar cambios superficiales, análisis de anomalías térmicas, movimientos y deformación a través de sensores de radar y la construcción de modelos de elevación digital».
A su vez, expresó que “independientemente que el proceso eruptivo en la actualidad ha cesado, no se descarta que en el futuro podamos observar una reactivación. Cabe destacar que en la década de los 70 y 80 del siglo pasado, se observó un ciclo eruptivo de características similares, con una pausa intermedia».
Por su parte, el director nacional (n) del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), Mauricio Tapia, destacó que se «mantendrá una zona de peligro de 500 metros alrededor del cráter activo, atendiendo que pudiesen presentarse eventos puntuales asociados a la actividad del volcán».
«Por otra parte, el llamado a la ciudadanía es a mantenerse informada a través de los canales oficiales y actuar siempre con precaución frente a esta amenaza», agregó.
