CULTURA|OPINIÓN
En el año 2022 aparecieron distintos rankings de libros lanzados ese año, así como listados de recomendaciones de diferentes entidades, todos bien cargados de best sellers, ensayos pedestres y textos de autoayuda. El hecho de que «El Clan del Guanaco» no haya aparecido en estas selecciones de los medios tradicionales impresos no hace más que evidenciar que es necesario potenciar el oficio de analizar obras y hacer una curaduría rigurosa en nuestro país. Mi recomendación para quienes disfrutan de la literatura chilena: desconéctense de esas recomendaciones y escarben en las webs de las editoriales independientes y las pequeñas, en esas encontrarán las obras de calidad que están creando hoy nuestras escritoras y escritores, y entre esas, El Clan del Guanaco merece un lugar destacado.
La última novela de Gabriela Aguilera Valdivia es una obra polifónica, social, con un fuerte trasfondo histórico. Las historias de las familias retratadas con más detalle, abarcan tres generaciones, pero la mirada que se da al territorio que constituye el escenario, se remonta mucho más atrás, parte en la época de la colonia, cuando se cimentaban las bases de lo que hoy es nuestro país, específicamente en lo que hoy es la Región Metropolitana, pero siempre gravitando en torno a esas zonas encumbradas de la Cordillera de los Andes, con sus actividades mineras, de cultivo de aceitunas, y la caza del guanaco, que da el nombre al libro.
El tono de la novela encierra cierta melancolía que provoca, y hace juego con las descripciones de entorno, muy bien matizadas con fragmentos de canciones que están en el imaginario colectivo, y que cada tanto aparecen reforzando la evocación de épocas pasadas. Los diálogos nos muestran a cada uno de los personajes en su dignidad, pero también en sus limitaciones. Cada tema es trabajado con mucha sensibilidad: las costumbres ancestrales, las injusticia social, el patriarcado, la violencia de género, las expectativas que se despertaron en las familias más humildes con el gobierno de la Unidad Popular, el compromiso político, las militancias (en el Partido Comunista y en el MIR), el impacto del golpe de estado, la represión salvaje, las y los héroes anónimos de la resistencia, el exilio, el atentado del FPMR contra Pinochet, terminando con los grandes cambios producto de la implantación del modelo neoliberal en Chile. Un profundo recorrido por la historia de nuestro país que envuelve y hace avanzar en la lectura con entusiasmo y reflexión.
Se trata de dos tramas paralelas, que se van entrelazando hasta llegar a ser una: la historia del Clan, con personajes colectivos, como el propio territorio, los pueblos originarios, la flora y la fauna (particularmente los guanacos), y la segunda historia, la de los dos linajes principales retratados en la obra, el de la pareja de Mercedes y Ángel, y el de Pedro Cereceda y Luz, su segunda esposa. Luego de estos personajes, otros diez caracterizados en la obra, son descendientes de ambas parejas, en esa segunda generación, el matrimonio de Roberto y Sole, emparenta a los dos familias.
La variedad de personajes permite un gran retrato de la sociedad chilena, vemos posturas fingidas y cambios de bandos: “Es el momento de pensar en nosotros, en cómo aprovechamos la oportunidad. Ya hicimos suficiente por el país, que otros se preocupen ahora por los pobres”, le aconsejan a uno de los personajes a poco de iniciada la lenta transición a la democracia, así como también se nos presentan luchadores consecuentes con sus ideales: durante ese mismo período otro de los personajes “no creía en el orden democrático vigente. Vivía como antes, Para él, aún había dictadura”.
Gabriela Aguilera es una escritora y tallerista de amplia y sólida trayectoria. Desde que publicara el libro de cuentos Doce guijarros en 1976, ha creado al menos doce obras. Sus textos han aparecido en diversas antologías digitales e impresas en Chile, España, Argentina, Croacia, Perú, Estados Unidos, Francia, Venezuela, México, Alemania, Italia y Bulgaria. Es miembro fundadora del Colectivo Señoritas Imposibles (grupo de escritoras chilenas de narrativa negra) y es miembro fundadora de REM (Red de Escritoras de Microficción)
En el año 2022 aparecieron distintos rankings de libros lanzados ese año, así como listados de recomendaciones de diferentes entidades, todos bien cargados de best sellers, ensayos pedestres y textos de autoayuda. El hecho de que «El Clan del Guanaco» no haya aparecido en estas selecciones de los medios tradicionales impresos no hace más que evidenciar que es necesario potenciar el oficio de analizar obras y hacer una curaduría rigurosa en nuestro país. Mi recomendación para quienes disfrutan de la literatura chilena: desconéctense de esas recomendaciones y escarben en las webs de las editoriales independientes y las pequeñas, en esas encontrarán las obras de calidad que están creando hoy nuestras escritoras y escritores, y entre esas, El Clan del Guanaco merece un lugar destacado.
Ficha técnica:
El Clan del Guanaco
Autora: Gabriela Aguilera
Año 2022
Editorial Asterión
275 páginas
