Mascotas
En el equipaje del perro se recomienda incluir antiparasitarios y una manta con su olor, además del alimento que come habitualmente y su plato para el agua. El uso de jaulas es recomendado.
Muchos perros viajarán junto a sus dueños en estas vacaciones. Planificar el viaje incluye desde llevar el alimento que habitualmente consumen hasta sus antiparasitarios.
“No realizar estos preparativos puede derivar en enfermedades para la mascota que hagan pasar un mal rato a sus dueños”, advierte Patricio Moreno, médico veterinario de Drag Pharma.
Semanas antes de un viaje largo en auto, recomienda hacer paseos cortos para que la mascota se acostumbre al movimiento.
También se puede realizar un chequeo para que un médico veterinario recete un tranquilizante para el traslado si es necesario y que el estrés del perro no afecte la conducción del automóvil.
Algunos adormecen al perro y son bajo receta veterinaria. Además, hay alternativas naturales en base a passiflora, valeriana y melissa, que no hace dormir al animal sino que solo lo calman.
Para la seguridad durante el viaje, lo aconsejable es transportar a la mascota en una jaula en el asiento trasero enganchada al cinturón de seguridad, lo que evitará que, ante una frenada brusca, esta salga disparada.
También la jaula puede ser llevada en el maletero abierto y con ventilación suficiente o asegurada en el pick-up de una camioneta. Nunca hay que llevar al can en el asiento del copiloto, lo que está prohibido por la Ley de Tránsito, ni menos sacando la cabeza por la ventana, lo que puede afectar sus oídos y distraer a otros conductores.
La jaula debe tener las dimensiones adecuadas para que la mascota pueda pararse topando la cabeza con el techo de la jaula y darse vuelta.
No es recomendable comprar una jaula de un tamaño muy superior a la mascota pensando que le ofrecerá más espacio para moverse, pues la mascota puede dar bote adentro y golpearse.
Si el viaje es muy largo, se recomienda hacer detenciones en el camino para que el perro pueda bajar del automóvil, caminar un poco, orinar o defecar. También es importante que beba agua para evitar la deshidratación.
Es ideal dar el último alimento al perro seis horas antes del viaje, para evitar mareos, vómitos y malestares.
Hay que tener la precaución de llevar al destino de vacaciones el alimento que come habitualmente la mascota, sus platos para el agua y la comida suficiente para toda la estadía.
“No sabemos si en el lugar de destino venden la comida que nuestra mascota consume habitualmente y un cambio brusco de dieta puede ocasionarle trastornos gastrointestinales”, advierte Moreno.
Aunque la mascota se sentirá segura al estar con sus dueños, es bueno llevar a las vacaciones la casa donde duerme el perro o alguna manta que habitualmente lo cobije. Así, percibirá el olor de su hogar y se sentirá más confiada y tranquila.
El chip que muchos están insertando a sus perros para el Registro Nacional de Mascotas ayudará a identificarlos en caso de extravío. Pero, igualmente, es aconsejable colgarle un collar con una placa donde aparezca grabado algún celular de contacto.
Moreno advierte no olvidar llevar los antiparasitarios externos para combatir pulgas y garrapatas, porque “suele ocurrir que en casas que han estado cerradas o que son solo de veraneo puede existir una gran carga de estos parásitos y, en cuanto llega una mascota, se suben a ella para parasitarla”.
Finalmente, hay que tener extremo cuidado con las temperaturas y la exposición al sol, sobre todo en mascotas de pelaje blanco o con zonas despigmentadas, porque pueden experimentar quemaduras severas e incluso cáncer de piel.
Si se está en la playa, hay que tratar que estos perros estén bajo el quitasol o bien aplicarles algún protector solar para perros con protección frente a los rayos UVA y UVB.
