Turismo
Hace 19 años Cristian Cortés decidió desarrollar la iniciativa que en el verano recibió a 18 mil visitantes. “Es un escenario ideal para contemplar las bondades del campo”, dice.
El turismo de intereses especiales, que se basa en la identidad cultural y ambiental de los distintos territorios, cada vez gana más adeptos a nivel mundial y la Región de Coquimbo no está ajena a esta realidad. Eso fue lo que llevó al agricultor Cristián Cortés a desarrollar, hace ya 19 años, su camping Isla San Rafael, ubicado a orillas del Río Grande, en el sector Carretón de la comuna de Monte Patria.
El proyecto de Cortés es todo un ejemplo de perseverancia y así lo reconoce él mismo: “Yo tenía 18 años cuando empecé con la idea. Muchos no creyeron que podía hacer crecer este negocio siendo tan joven, pero lo hice. Al principio tuve pocas visitas, pero esta última temporada estival recibí 18 mil visitantes. ¿Cómo no querer seguir creciendo con esa demanda?”.
Rodeado de naturaleza, el recinto cuenta con capacidad para 700 personas. Posee seis cabañas, 15 sitios de picnic, agua potable y electricidad. Según comenta el emprendedor, “es un escenario ideal para contemplar las bondades del campo”.
– ¿Cómo ha sido la recepción del público durante todos estos años?
-La recepción ha sido buena y la misma gente me entrega ideas para ir mejorando los servicios. Me dicen que se podría hacer esto o lo otro y yo recojo las recomendaciones. Cuando empecé venía un niño de 5 años que ahora debe tener 23 y que continúa viniendo con su familia. Por eso creo que estoy haciendo las cosas bien.
– ¿Existen algunas ideas en mente para potenciar el camping en el corto plazo?
– Quiero realizar agroturismo. Deseo hacer tours que muestren el trabajo en el campo, porque hay gente que consume higos, por ejemplo, y no sabe cómo se cultivan. Lo mismo pasa con el pisco. Y para captar clientes en temporada de otoño-invierno tengo pensado incorporar piscinas que pueda temperar. También busco sumar cocinería típica.
Además de contar con variados programas de fomento a la actividad silvoagropecuaria, Indap ha desarrollado durante las últimas dos décadas instrumentos de apoyo para las llamadas actividades conexas, como el turismo rural. Es así como Cortés financió la compra de infraestructura para su camping a través de créditos y también pudo revestir un estanque de agua mediante el Programa de Obras Menores de Riego (PROM).
El director de Indap Coquimbo, José Sepúlveda, afirma que para la institución es muy importante poner en valor el turismo rural, “porque vemos en esta actividad una oportunidad para dar realce a las costumbres y tradiciones del campo, además de que nuestros usuarios puedan obtener mayores ingresos”.
El seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes, resaltó que «el caso de Cristian es un ejemplo de que se puede realizar turismo rural en nuestra región y competir codo a codo con otros lugares de atracción a nivel nacional”.
