Gastronomía
En la colonización española, al plantar la vid en La Serena, se consiguió un producto dulce que no servía para la elaboración de vino. Hoy, su resultado, es la base de tragos tan populares como la piscola y el pisco sour.
Este viernes se celebra en Chile el Día del Pisco, el destilado más consumido en nuestro país y que es obtenido de uvas en la zona norte desde la colonización española. La efeméride nace luego de que el 15 de mayo de 1931, se dictara un decreto donde se especificó el límite geográfico para producir pisco entre las regiones de Atacama y Coquimbo.
Posteriormente, en 2009, el Ministerio de Agricultura fijó la fecha para su celebración. Actualmente, según la Asociación de Productores de Pisco, nuestro país consume 2,1 litros per cápita anual y produce cerca de 36 millones de litros al año, lo que nos posiciona como el mayor productor y consumidor del mundo.
“Se ha evidenciado una diversificación en la oferta en el último tiempo, hacia productos más Premium y artesanales. El pisco se ha vuelto también muy versátil con la coctelería y hoy en día podemos encontrar un sinfín de marcas en el mercado ideales para elaborar distintas preparaciones, además de las tradicionales”, comentó José Pablo Delpiano, gerente de e-Commerce y Nuevos Negocios de Viña Santa Rita, que comercializan Pisco 1733.
Si bien está claro que este destilado es un imperdible, ya que es la base de bebidas como la piscola, pisco sour y mango sour,
hay muchas personas que desconocen su origen.
En la época de la colonización, los españoles trajeron a nuestro país diferentes animales y plantas para tener una alimentación
parecida a la que estaban acostumbrados.
Al plantar la vid, en 1549, en La Serena, se consiguió un producto de calidad, pero el único problema es que era sumamente dulce y se deterioraba rápidamente, por lo que no era útil para hacer vino.
Para asegurar la correcta preservación, se comenzó a extraer el alcohol del vino. Este proceso hoy se conoce como destilación y se vio apalancado por la presencia de cobre y artesanos especialistas en trabajarlo. La altitud del territorio generaba que la ebullición fuera más rápida, por lo que se comenzó a producir en grandes cantidades.
Tiempo después, en 1733, se tomó la decisión de utilizar por primera vez la palabra “pisco” para denominar al aguardiente que se conseguía del proceso. Desde ese entonces nace el nombre de este destilado y luego de casi 300 años seguimos consumiéndolo en nuestro país, posicionándose como el favorito.
Ideal acompañarlo con preparaciones del mar como el ceviche. También dentro de los aperitivos un buen maridaje son las aceitunas, quesos y embutidos con toques picantes. Dentro de los dulces, se recomiendan cítricos y chocolates que tengan sobre 50% de cacao.
