Gastronomía
Para sobrevivir a esta crisis provocada por la pandemia, el sector gastronómico pide un respaldo a todos los actores que forman parte de la industria y así proteger los más de 200 mil puestos laborales que genera esta actividad.
Ante el complejo escenario económico que atraviesa la industria gastronómica debido a los efectos provocados por la pandemia, la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga) emitió una declaración pública donde hizo un llamado a arrendadores, empresas de última milla (despacho a domicilio), operadores de sistemas de pago y proveedores en general a apoyar a establecimientos del sector y reconsiderar cobros y porcentaje de comisiones
«Observamos con inquietud las serias dificultades que está enfrentando la industria gastronómica en la actualidad. La crisis derivada de la pandemia afectó transversalmente a todo el sector, obligando a los restaurantes a mantener sus cortinas abajo hace más de 60 días. Si bien el servicio de delivery ha permitido que una parte de los locales funcione como alternativa a la cadena de alimentación, los ingresos por este ítem están muy por debajo de los que se obtienen en un escenario de normalidad, haciendo muy exiguo el flujo de caja, lo que sólo permite costear mínimos gastos de operación», manifestó la asociación.
Restaurantes, casas comerciales, viñas, farmacias y hasta cervecerías han anunciado su apertura al comercio electrónico para mantener su dinamismo comercial en medio de la pandemia global del Covid-19, una necesidad que ha convertido a los operadores de última milla y bodegaje en un vital aliado estratégico para mantener viva la actividad del comercial.
Solo una muestra de ello es que las cuatro principales apps de reparto superan los 10 mil repartidores en la Región Metropolitana, y si se suman repartidores propios de restaurantes y negocios de comida, esta cifra podría ascender a los 20 mil.
pero el delivery no es suficiente para la industria gastronómica, que deben enfrentar sueldos, leyes sociales, arriendos y comisiones de distinta índole son parte de los gastos que nuestros negocios deben enfrentar. «Desde un principio informamos al Gobierno de las urgencias del sector y solicitamos al Ejecutivo implementar medidas que nos permitiesen sobrellevar esta crisis de la mejor manera posible, y evitar así el cierre de los restaurantes», afirmó Máximo Picallo, presidente de Achiga.
Y si bien «muchos requerimientos han sido escuchados», el gremio afirma que «la industria necesita de un apoyo más integral, que involucre no sólo al Estado, sino que también a los privados, a quienes les solicitamos hacer un esfuerzo conjunto para enfrentar y superar esta severa crisis».
Por eso Achiga hizo un llamado «a las empresas que son parte de la cadena productiva de la industria de la alimentación para hacer un esfuerzo y disponer de acciones que permitan la pronta reactivación económica de la industria».
A su vez apelaron a la comprensión de «proveedores, arrendadores, las denominadas empresas de última milla y a los operadores de los sistemas de pagos con tarjeta, para que reconsideren sus cobros y/o porcentajes de comisiones que cobran a los establecimientos del rubro gastronómico. En el escenario actual, estos significativos cobros adquieren una mayor relevancia, porque resta una parte importante de los mínimos ingresos que están generando hoy los restaurantes».
Implementar nuevos servicios para mantenerse a flote también tiene un costo. En un escenario de creciente demanda online y apps, la promesa de servicio ha requerido de un gran esfuerzo para tener los resultados comprometidos con los clientes. Según Mauricio Pizarro, académico Escuela de Ingeniería Industrial de Universidad de Las Américas, “para cumplir con su promesa de servicio, las empresas deben tener una estructura y capacidad alineada a su estratégica competitiva”.
