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La batalla de Benjamín Nast por resguardar la gastronomía en Plaza Egaña ante la despreocupación del municipio Gastronomía

La batalla de Benjamín Nast por resguardar la gastronomía en Plaza Egaña ante la despreocupación del municipio

Pandemia, canaletas rotas, falta de iluminación y promesas sin cumplir son los ingredientes con los que el reconocido chef Benjamín Nast, dueño del restaurante DeCalle, ha tenido que aprender a cocinar para poder sacar su negocio adelante.


En el límite entre Ñuñoa y La Reina se encuentra la famosa Plaza Egaña. A pesar de ser un lugar donde convergen cuatro calles importantes para la ciudad, como lo son Av. Américo Vespucio, Av. Ossa, Av. Irarrázaval y Av. Larraín y contar con un sin fin de comercios generales, restaurantes, bares y cines, esta plaza pareciera como si estuviese perdida en el tiempo.

Nada fácil ha sido para los dueños de los restaurantes reactivar el negocio después de que Ñuñoa entrara a la Fase 3 del plan Paso a Paso. La falta de iluminación, las canaletas de la calle rotas y la promesa sin cumplir de habilitar los estacionamientos como terrazas, son algunos de los problemas que el premiado Benjamín Nast, dueño del restaurante DeCalle, ha tenido que sortear para evitar que el negocio muera.

Un proyecto que busca hacer de la calle Plaza Egaña un paseo peatonal, con distintos horarios para entregas de mercadería y que los estacionamientos se conviertan en terrazas para los locales con el fin de reactivar el atractivo de la plaza, no ha visto puerto a pesar de la buena recepción que tuvo la iniciativa en la Municipalidad de Ñuñoa.

El sábado 7 de noviembre, era el día en que se suponía que los restaurantes de la plaza podrían usar los estacionamientos del lugar como terrazas para sus locales. Pero a pesar de que existe un decreto firmado por el alcalde de la comuna, Andrés Zahri, en donde se autoriza el cierre de la calle, al llegar al lugar, los dueños de los locales se encontraron con todos los estacionamientos usados y sin la presencia de un fiscalizador que regulara esta situación.

Pero este no es un problema nuevo, desde hace más de 15 años en que las condiciones en las que se encuentra la Plaza Egaña no son las mejores para abrir un local. Canaletas rotas, calles destrozadas y falta de iluminación son las consecuencias de la construcción de la estación de metro Plaza Egaña y las constantes construcciones que se llevan a cabo en el lugar.

El chef afirma que los vecinos han tenido que duplicar los esfuerzos por hacer atractivo el lugar, porque “¿quién quiere ir a un lugar en la noche que no hay luz, además siendo un lugar que tiene mala fama, porque la Plaza Egaña tiene mala fama, de
delincuencia, yonkis y todos eso”.

Desde la Municipalidad de Ñuñoa explican que la luminaria y la mantención de las calles que rodean la salida del metro, es responsabilidad administrativa de Metro S.A, por lo que no pueden hacerse cargo del problema. Igualmente, aseguran que han presentado oficios a la empresa en reiteradas ocasiones, pero que no han obtenido respuesta.

A raíz de esta situación Nast espera que el problema pueda resolverse pronto, ya que afirma que tienen un compromiso con los vecinos y que para él “lo importante es crear valor para la zona, los vecinos estaban fascinados con lo que estaba pasando ahí, el 80% de nuestros clientes son vecinos del barrio, el restaurante funcionaba perfecto y nos iba super super bien, lo que menos quiero es cerrar DeCalle”.

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