Opinión
El turismo, además de impulsar el progreso económico tanto nacional como el desarrollo regional, entrega oportunidades que son inmensamente valiosas en el contexto social en que nos encontramos como país.
Al ser un sector donde el 95% de los servicios son Pymes, potenciarlo contribuye a una economía sustentable, con una virtuosa cadena de valor. Los recursos quedan repartidos equitativamente en el territorio, siendo una actividad idónea para potenciar la descentralización y será reactivadora de la economía luego de la crisis sanitaria que proyecta una caída mundial de los viajes del 70% anual, según indica la OMT.
Con el turismo se vislumbra una tremenda oportunidad para crear cohesión social. La nueva forma de hacer turismo intuitivamente debe impulsar la co-creación y co-gestión de los territorios a través de un modelo de gestión inclusivo, con alianzas público privadas (gobernanzas por destinos) que incluyan actores relevantes como por ejemplo: gremios, la academia, organismos del Estado, municipios y comunidades locales.
El foco del trabajo debe ser siempre el bien común, sin perder de vista los pilares estratégicos nacionales y con foco en los territorios, la inclusión de comunidades rurales/indígenas, la recuperación y protección el patrimonio natural y cultural y el marketing de la verdad, que apunta a la coherencia entre lo que somos y cómo nos vendemos, que es la clave para generar posicionamientos sólidos y sustentables en el tiempo, de cara a turistas exigentes y digitalizados.
Somos un país que tiene características idóneas para el Turismo verde. Esto lo muestra las 5 veces que hemos sigo elegidos como “El mejor destino de turismo aventura a nivel mundial” y el “Mejor destino verde del Mundo”, por los World Travel Awards. Un tema que además es tendencia y la pandemia lo ha reforzado.
El 50% de las personas que vienen a Chile declara que su principal motivación para visitarnos son los paisajes, la naturaleza, la flora y fauna, según plantea Sernatur en su “Cuadro de perfil del Turista 2020”. Lo anterior, de inmediato nos muestra una oportunidad única de posicionarnos a nivel mundial como un país turístico, con políticas públicas sólidas en el cuidado del medio ambiente a través de un turismo responsable que entrega experiencias memorables, innovadoras y con una excelente calidad en el servicio.
Durante la última década el número de turistas extranjeros que nos visitan aumentó en un 104%. A nivel interno, se estima que los chilenos realizamos más de 22 millones de viajes anuales. Esto se traduce en más de un 3% del Pib nacional, equivalente a US10.000 millones al año y un aporte al empleo equivalente al 4,4% del total nacional en los últimos 10 años.
Todos estos datos son extraídos de la Subsecretaría de Turismo de nuestro país. Sin embargo, sabemos que si agregamos el aporte indirecto e informal del sector se cuadriplica su impacto, lo que pone al sector turismo como una actividad económicamente viable en Chile.
Tenemos muchos desafíos y oportunidades, va a depender principalmente de nuestros líderes, qué lugar deciden darle al turismo en nuestro país. Es una decisión el querer ser un país mundialmente reconocido en esta materia y aprovechar el tremendo bien que le haría a nuestra sociedad potenciar esta industria humana y generosa.
Chile pone los recursos naturales. A nosotros nos toca poner la voluntad.
