Gastronomía
La industria vitivinícola está promoviendo la D.O. Puente Alto como una de las grandes denominaciones de origen del mundo para la producción de vinos de base cabernet sauvignon.
Puente Alto es cuna de los mejores exponentes de vino cabernet sauvignon, que han logrado el reconocimiento internacional con un puntaje perfecto de 100 puntos.
Ubicado en la parte alta del Valle del Maipo, a los pies de la Cordillera de Los Andes y a 650 metros sobre el nivel del mar, existen ahí condiciones climáticas y geográficas idóneas para el cultivo de esta cepa ícono de la vitivinicultura nacional.
Viñedo Chadwick, Viña Almaviva, Viñedo El Mariscal, Viña Don Melchor son algunos de los exponentes de estos reconocidos y premiados vinos.
Y para seguir posicionando la denominación de origen Puente Alto como un terroir de clase mundial, Viña Concha y Toro ha preparado una serie de clases magistrales –las que se realizarán en Chile, Estados Unidos, Brasil, China y otros mercados– para promover internacionalmente este origen y apoyar así también la imagen de Chile como productor de grandes vinos.
Isabel Guilisasti, vicepresidenta de Vinos Finos e Imagen Corporativa de Viña Concha y Toro, explica que «cuando nosotros como industria del vino salimos hacia afuera y estamos en esta gran cruzada de posicionar a Chile como productor de vinos finos, uno de los temas más relevantes son las denominaciones de origen».
«No es lo mismo un vino que proviene de Puente Alto que uno que viene de Colchagua o de Limarí, etc. y hemos identificado dentro de la industria las variedades que son relevantes a esas denominaciones de origen que tienen una historia maravillosa detrás, para que estén dentro de las más relevantes del mundo», sostiene.
Por su parte Enrique Tirado, enólogo y director técnico de Viña Don Melchor, asegura que «al final lo que buscamos es que estos vinos que provienen de Puente Alto sean la expresión del lugar, que realmente al probar los vinos sienta Puente Alto, tanto su influencia en el sueño, en el clima, sus variedades».
«Entender cómo se formó el lugar, cómo se formó el suelo, la influencia de la Cordillera de Los Andes, nos permite entender que esa complejidad del suelo finalmente se transfiere al vino. No es solo piedras ni arenas, hay limos, gravas, arcillas, carbonato, calcio, distintos nutrientes que se combinan y generan un suelo diverso y con diferentes expresiones vegetativas, con más o menos vigor, distintos tiempos de maduración, distintas expresiones de aromas, sabores y colores, pero con un patrón y una identidad», asegura.
Mientras que Marcelo Papa, enólogo y director técnico de Viña Concha y Toro, destaca que «Puente Alto tiene una tipicidad y carácter que se ha ido reconociendo en el mundo».
«Puente Alto logra el match de diversos factores que lo transforma en un lugar muy especial para la producción de cabernet sauvignon o mezclas hechas en cabernet sauvignon», agrega.
Y a su vez Tirado complementa que «en Puente Alto hay condiciones únicas para producir vinos base cabernet sauvignon, porque hay base científica, hay condiciones en el lugar que son las que permiten producir un gran vino».
¿Y cuáles son estas condiciones? Además de las características de suelo esta «a concentración de lluvias en invierno que ayudan al primer crecimiento de la planta, donde va a formar el material vegetal; en primavera, una floración y cuaja concentrada, un clima que asegura una buena madurez», explica Tirado.
Y continúa: «El verano tiene dos condiciones muy importantes: una restricción tanto nutricional como hídrica a fines de enero en pinta -que es cuando cambia la uva y la planta deja de estar en un modo de crecimiento-, y una concentración en los racimos de madurez con clima templado en el día con noches frescas, los que permite madurar y conservar la expresión de sabores, colores, los compuestos fenólicos, cuerpo, y con un buen otoño que permita cosechar en el momento justo en su madurez perfecta».
Los expertos de Concha y Toro presentan además dos grandes vinos provenientes de Puente Alto: Don Melchor cosecha 2019 y el nuevo vino Marques de Casa Concha Heritage cosecha 2020.
Marques de Casa Concha Heritage, que debuta con la cosecha 2020, es un ensamblaje bordelés que busca expresar fielmente el terroir de donde surgió toda esa tradición y herencia vitivinícola.
Las uvas provienen de una selección minuciosa de los viñedos El Mariscal y Don Melchor. Está compuesto fundamentalmente por Cabernet Sauvignon (84%), Cabernet Franc (12%) y Petit Verdot (4%). Cada una de estas variedades entrega una característica específica a la mezcla final, la que variará año a año según la cosecha.
“Es un vino que refleja fielmente la elegancia de Puente Alto y que encarna toda la herencia de ese origen, pero con un sello distintivo y nuevo”, señala Marcelo Papa.
Por su parte, Don Melchor, el primer vino ícono de la industria chilena, lanza su cosecha 2019, la que es también un fiel reflejo de su origen, Puente Alto, y del riguroso trabajo encabezado por Enrique Tirado, por comprender cada detalle del terroir y obtener la mejor expresión de este.
La cosecha 2019 está compuesta de 92% de Cabernet Sauvignon, 5% Cabernet Franc, 2% de Merlot y 1% de Petit Verdot, y pasó 15 meses en barrica de roble francés, 72% nuevas y 28% de segundo uso.
“Don Melchor es para mí la búsqueda constante de la mejor expresión de cada una de las parras dentro del viñedo, para así lograr en cada vendimia la belleza del equilibrio del terroir de Puente Alto. Esa es mi verdadera obsesión. Utilizo todo el conocimiento y la tecnología como herramientas para alcanzar un mayor entendimiento, pero sobre esto, el observar y sentir cada planta y vino, es lo que nos permite conseguir el equilibrio perfecto en cada cosecha”, afirma Tirado.
Ambos vinos avalan la importancia que esta denominación de origen, la cual ha jugado un rol fundamental en la historia del vino chileno y se ha posicionado como uno de los grandes orígenes del mundo para la producción vinos de base cabernet sauvignon.
