«Mi visión, respetando la autonomía que tiene el Banco Central, es que estamos muy cerca del fin del proceso de normalización de tasa de interés y política monetaria», dijo el titular de Hacienda.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, calificó como una «buena noticia» el aumento de 0,2% que registró el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente al mes junio, cifra que se ubicó bajo las expectativas del mercado que proyectaban un alza de la inflación en torno al 0,3%.
El jefe de finanzas públicas precisó que estás cifras son positivas, ya que significa que «los precios aumentan menos de lo que estábamos esperando».
Larraín destacó que los resultados del IPC de junio fueron influidos por la caída en el precio de los combustibles. Según explicó, la entrada en operación en marzo pasado del Sistema de Protección de Precio de los Combustibles (Sipco) «evitó alzas importantes y hoy día ese mismo mecanismo permite que las bajas de los precios internacionales se traspase a los consumidores».
En relación al precio de alimentos, el secretario de Estado resaltó que en el sexto mes del año se vieron incrementos inferiores a los meses pasados y en algunos productos hay reducciones de precios.
«Espero que estás caídas en los precios se consoliden y de esa manera podamos aliviar el presupuesto de las dueñas de casa», detalló.
Respecto a la tasa de interés, el titular de Hacienda afirmó que esta inflación menor a la esperada puede dar espacios para «pausas o para un cambio en la trayectoria que venían teniendo de alzas la tasa de interés».
«Mi visión, respetando la autonomía que tiene el Banco Central, es que estamos muy cerca del fin del proceso de normalización de tasa de interés y política monetaria», agregó.
En la última reunión de Política Monetaria, correspondiente al mes de junio, el Consejo del Banco Central acordó aumentar la tasa rectora en 25 puntos base, dejándola en 5,25% anual.
