“Pareciera que al ministro -Longueira- le dijeron ‘tienes que darme cincuenta medidas para la competitividad’, y empezaron a sumar medidas al lote, como la señalética, que no es una medida; es cumplir con normas internacionales”, declaró el empresario en El Mostrador TV.
Roberto Fantuzzi cuenta que cuando escuchó el anuncio del Impulso competitivo por televisión se puso de pie y lo aplaudió; pero cuando le llegó el documento ya no le pareció tan bien. “De las cincuenta medidas algunas realmente son buenas, otras tibias y algunas muy pero muy malas”, comentó el presidente de la Asociación de Exportadores de Manufacturas (Asexma) en una entrevista con en El Mostrador TV.
En cuanto a lo relacionado con comercio exterior le llama mucho la atención que “no fuimos citados a la comisión, es decir, nuestra opinión no fue tomada en cuenta, y no sólo la nuestra, sino que la de muchas asociaciones de exportadores e importadores. Cero participación”, se quejó.
De las medidas anunciadas, la de Chile Paga le parece que no debería aparecer como tal. “La obligación es pagar, no es una medida. Es como el ‘giftcard’ de La Polar. Es obligación del Estado pagar. Es un abuso. El Estado tiene que dar una señal, el ejemplo”.
Respecto al financiamiento, el empresario recalca que “se habla mucho de la economía de mercado, y se lo escuché al ministro Longueira. Cuando vas a un banco tienes cero capacidad de negociación, eso lo tienen las grandes empresas con su banco, no las minipymes”. Por lo mismo, cree que es necesario tener Instituciones de Garantía Reciprocas (IGR) que terminen con las asimetrías del mercado.
“Pareciera que al ministro le dijeron ‘tienes que darme cincuenta medidas para la competitividad’, y empezaron a sumar medidas al lote, como la señalética, que no es una medida; es cumplir con normas internacionales”, declaró Fantuzzi.
Reconoce que de la que más se ha reído es la de eliminar el impuesto a las casas rodantes, “¿qué impulso competitivo es ese. Cuántas casas rodantes tenemos, o alguien del gobierno tiene una?”.
A la hora de la autocrítica, tiene claro que se ha invertido poco en innovación y los impuestos que se cobraban no eran menores. Por ello es que eliminar el impuesto a los software le parece una medida digna de destacar.
