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La UE empieza a mirar al futuro tras la primera cumbre de la crisis sin drama

«Tenemos que mantener el objetivo de la consolidación del presupuesto, pero también hacer hincapié en el crecimiento y el empleo, sobre todo en un momento de recesión y de estancamiento», señaló el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al término del encuentro.


Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea vivieron su primera cumbre sin mayores dramas en lo que va de crisis y se mostraron positivos de cara a un futuro en el que apuestan por conjugar austeridad y crecimiento para hacer frente a la recesión y al elevado desempleo de países como España.

«Tenemos que mantener el objetivo de la consolidación del presupuesto, pero también hacer hincapié en el crecimiento y el empleo, sobre todo en un momento de recesión y de estancamiento», señaló el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al término del encuentro.

Según Van Rompuy, la cita de dos días transcurrió «sin drama» y en un «espíritu de entendimiento», logrado en los últimos dos años, si bien recalcó que la UE se encuentra «en un periodo que todavía es difícil».

«Esta ha sido la primera cumbre desde agosto de 2011 que no es de crisis. No hemos salido de la crisis económica, pero estamos saliendo de la crisis financiera», opinó el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

El primer ministro italiano, Mario Monti, enfatizó que el Consejo Europeo, por primera vez en dos años, «ha estado dedicado al crecimiento y al empleo y no a la crisis».

La canciller alemana, Angela Merkel, en un tono más prudente, afirmó que «todavía no hemos vuelto por completo a la normalidad» y citó como ejemplo la reciente inyección de liquidez que ha tenido que realizar el Banco Central Europeo en apoyo al sector financiero.

«Seguimos en una situación frágil», aseguró Merkel, quien advirtió de que aunque la crisis se ha calmado, «está lejos de estar superada».

Todos los líderes (salvo los primeros ministros británico y checo) firmaron este viernes el tratado que establece un pacto presupuestario para limitar el déficit estructural anual al 0,5 % del PIB, con el que se quiere recuperar la estabilidad financiera y la confianza en la zona euro.

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