La entrega del presupuesto para 2013 resalta el repunte de la deuda para el próximo año, el cual llegará al 90,5 por ciento del PIB, que se explica porque el Estado asumirá 30.000 millones del crédito por hasta 100.000 millones pedido por la Eurozona para sanear el sector y porque el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) aumenta su deuda de 11.140 a 60.528 millones.
El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, entregó hoy al Congreso español la ley de los Presupuestos Generales del Estado para el periodo fiscal de 2013, el cual está marcado por el incremento de los intereses de la deuda y el impacto que se tiene del rescate de la banca en el Estado.
Entre las novedades con que cuenta este presupuesto resalta el repunte de la deuda para el próximo año, el cual llegará al 90,5 por ciento del PIB, que se explica porque el Estado asumirá 30.000 millones del crédito por hasta 100.000 millones pedido por la Eurozona para sanear el sector y porque el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) aumenta su deuda de 11.140 a 60.528 millones.
Otro punto es que el gobierno revisó al alza la cifra de deuda de 2012, el cual pasa del 79,8 por ciento previsto hace seis meses hasta el 85,3 por ciento, cuyo origen está en los 27.327 millones del reciente plan de pago de proveedores.
El diario El País señala que en cuanto al déficit, el desfase entre los ingresos y gastos también supera las previsiones por el auxilio a la banca y el Ejecutivo da por pérdidas las ayudas entregadas por el FROB en 2011, lo que implica un aumento del déficit público del 9 por ciento al 9,44 por ciento.
De acuerdo a Matamoro, las inyecciones de capital a las entidades financieras con problemas «como Bankia o Banco de Valencia», que tuvieron que ser nacionalizadas, están detrás de esta decisión.
El gobierno español también espera más números rojos para este años por culpa de su apoyo al sector, debido a que el efecto de las operaciones financieras, apartado en el que se incluye el resultado de las ayudas a la banca, hará que el conjunto de las Administraciones Públicas acabe este año con un saldo negativo equivalente al 7,4 por ciento del PIB, un punto más de lo anunciado.
Así, el Estado asume unas pérdidas equivalentes a 15.000 millones por salir en rescate del sector financiero. Sin embargo, el ministro Matamoro ha señalado que los bancos se han comprometido a devolver dichos fondos con el tiempo.
Sobre las políticas de inversión, el presupuesto recoge un recorte del 15 por ciento en infraestructuras, cifra que está por debajo de los recortes de 2012 (22 por ciento) y 2011 (33 por ciento) y se retoca a la baja la partida de vivienda.
Además, el sector que se verá más afectado es el de Sanidad, con una baja de un 22 por ciento hasta los 415 millones. Asimismo, destaca la baja del 13 por ciento en la par5tida para industria y energía, reduciendo su presupuesto en un 4 por ciento hasta los 7,93 millones de euros.
El gobierno también confía en que los recortes en las prestaciones aprobadas en julio permitan bajar en un 6,3 por ciento los gastos en prestaciones por desempleo. El recorte en esta partida contrasta, sin embargo, con las previsiones del propio Ejecutivo de que se seguirá destruyendo empleo en 2013.
También destaca el recorte en el 40 por ciento de las transferencias del Estado a los Ayuntamientos para atender a los más pobres, que se reduce a 30 millones pese al repunte del número de personas que acuden a la llamada red de emergencia municipal para subsistir.
