Ignorando el actual clima político, la multitienda pidió la inadmisibilidad de la demanda, alegando que sus contratos ya fueron revisados. Dos tercios de sus utilidades vienen de la tarjeta.
Aunque el horno no está para bollos y el país identifica al retail —y a la banca— con las malas prácticas y abusos contra los consumidores, Hites no se intimida. La compañía desafió al Servicio Nacional de Consumidor (Sernac), pidiendo que se declare inadmisible la demanda que el organismo presentó contra ella por tener cláusulas abusivas en sus contratos.
Hites presentó ante los tribunales un recurso de inadmisibilidad contra la demanda ingresada a comienzos de abril pasado en el octavo juzgado civil de Santiago por la entidad que dirige Juan José Ossa.
El retailer pide que se rechace la demanda debido a que en tres ocasiones el Sernac había revisado sus contratos, corrigiendo los aspectos que consideró abusivos y autorizando sus cláusulas, las mismas que ahora declara ilegales.
“Resultaría extremadamente grave que el Sernac, en cumplimiento de su obligación legal de velar por los derechos de los consumidores, lleve adelante procesos de mediación colectiva con los distintos agentes del mercado, tenga la oportunidad de revisar, comentar y finalmente validar los contratos de adhesión —materia de la mediación— para luego, y sin que medie ningún antecedente, simplemente cambie de opinión, llegando al extremo de que aquello validado ‘justifica razonablemente’ la afectación o lesión del interés colectivo o difuso de los consumidores”, alega la empresa, de acuerdo a una nota de ayer de La Segunda.
Fuentes de gobierno consideran sin fundamento la acción de la compañía dado que el Sello Sernac, incluido en la ley del Sernac Financiero, es la única vía por la cual son validados legalmente los contratos de las empresas. Y hasta ahora, ninguna empresa del rubro ha solicitado dicho sello.
Además, indican las fuentes, sólo los tribunales puede ordenar los cambios, correspondiendo al Sernac sólo la mediación para corregir los contenidos de los contratos.
La acción de Hites desafía lo obrado por el Sernac en los últimos años y que se ha sido validado en los propios tribunales, como en el caso Cencosud, donde se condenó a la compañía por tener cláusulas que permitían elevar unilateralmente las comisiones. Además ignora el actual clima político. Y tiene una motivación poderosa: dos tercios de sus utilidades vienen de la tarjeta.
Hites rechaza la acción del Sernac, libelo que de prosperar impediría que se sancione el uso de cláusulas que, según la entidad pública, le permitían a la empresa hacer cobros por más del doble de lo que la ley permite.
Según la demanda presentada el 12 de abril pasado, Hites realizaba cobros de comisiones adicionales a la tasa de interés con lo cual el precio final en cuotas duplicaba el valor al contado y el interés superaba largamente la Tasa Máxima Convencional (TMC).
En un caso real, derivado de un reclamo de un cliente de la tienda, la persona compra un producto cuyo valor original es de $ 23.898. Al pedirlo en doce cuotas (un año), Hites ordena un pago mensual de $ 3.338, lo que implica una tasa de interés mensual de 9 %. Esto, indica el Sernac, supera ampliamente la TMC del momento que es de 4,78 % mensual (57,36 % anual).
De esta forma, la persona se ve obligada a cancelar $ 2.631 entre capital e interés más un adicional de $ 707 por comisiones, dando la cifra mensual de $ 3.338. Con esto la persona termina pagando más de $ 40 mil.
Fuentes conocedoras del caso indican que, si bien la demanda del Sernac es de tipo civil, la vulneración de la TMC caería en la tipificación del delito de usura, definido en el sitio del Sernac como el cobro por sobre lo legal. En este caso, sin embargo, a quien le corresponde perseguir este delito sería el Ministerio Público.
Desde que se hizo pública la demanda, Hites ha visto caer el precio de su acción en un 29 %, acumulando una baja de 52 % desde comienzos de marzo pasado cuando había alcanzado su peak.
Esta no es la única instancia en que se ven enfrentados Hites y Sernac. A fines de 2012 la entidad pública demandó a la multitienda por publicidad engañosa, al informar un CAE (un indicador porcentual que incluye todos los costos asociados al crédito) de bajo costo que no abarcaría todos los cobros, induciendo a error al cliente, ya que en la “letra chica” de la publicidad complementaban la información con costos genéricos adicionales (uso unitarios y fraccionales por período).
