Daniel anunció su silencio y Jorge no llegó a la apertura del juicio. Sus abogados abrieron los fuegos sin mordaza en una disputa por US$ 60 millones que puede terminar con el ex SVS en la cárcel.
La sala del Tercer Tribunal Oral en lo Penal del Centro de Justicia se hizo pequeña el lunes por la mañana para la asistencia. No por la cantidad de periodistas, que ya era numerosa, sino por los casi 20 abogados que seguían de cerca el inicio del juicio por la acusación de apropiación indebida de Jorge Yarur Bascuñan contra Daniel Yarur Elsaca.
Jorge acusa a su primo de apropiarse en forma indebida de US$ 60 millones de su patrimonio en los últimos dos años del periodo de 1999-2009 en que gestionó sus dineros. La demanda vino luego que en 2011 Daniel lo demandara por el no pago de honorarios variables –US$ 45 millones–. Cabe recordar que Daniel Yarur le administró la fortuna a su primo entre 1999 e inicios de 2010.
“Es una maniobra escandalosa para no pagar lo que debe en circunstancias que los usos y prácticas en el mercado son pagar a quien administra un patrimonio ajeno con una variable que oscila entre 15 y 30% sobre el incremento logrado, en este caso específico hay pruebas de que fue pactado, sin embargo, el señor Jorge Yarur Bascuñán desconoce, incluso niega su firma. Esperamos ahora en los estrados tener la oportunidad de demostrar la falsedad de las imputaciones”.
Cuatro profesionales acompañaban al ex superintendente de Valores y Seguros (SVS), liderados por Hugo Rivera. Al otro lado, el trío Hermosilla –Nurieldín y sus hijos Luis y Juan Pablo–, además de otros cuatro abogados, más el fiscal José Morales y una integrante de su equipo, ocupaban el lado acusador, donde ‘Totó’ Yarur no figuraba. El dueño del Museo de la Moda aparecerá este martes testificando, momento esperado, pues será cuando se verán las caras con su primo. Personeros con años en tribunales anticipan que su testimonio estará repleto de material para titulares.
Daniel, con llamativa corbata fucsia, se adelantaba al procedimiento anunciando antes de tiempo que ejercería su derecho a guardar silencio en el juicio. Y Juan Pablo Hermosilla, que alegó por la parte querellante, no lo dejó pasar.
“Entiendo que no quiera hablar, porque no tendría cómo explicar lo que pasó”, dijo Hermosilla al inicio de su discurso inaugural, adelantando que la ausencia de declaración del ex SVS no será relevante, ya que “los hechos hablarán por él”.
El abogado usó la ironía como ingrediente reiterado para atacar a Yarur Elsaca. Advirtió que el ex SVS olvidó referir en su presentación que no sólo es ingeniero comercial y economista, sino que “también es contador, auditor y ajedrecista”.
El hobby de Yarur, dijo Hermosilla, es clave para entender su conducta al gestionar los dineros de su primo Jorge. “Planificó fríamente” sus pasos –agregó– para hacerse de parte importante del patrimonio de su cliente.
“Iba 12 o 15 jugadas adelante”, sentenció, ejemplificándolo con la exposición de los juicios ejecutivos que presentó Daniel al saber que sería llevado a tribunales por su primo, esto luego que en diciembre de 2009 dejara la administración del patrimonio del dueño del Museo de la Moda.
En un relato similar al que realizó hace algunos meses en la Corte para enfrentar las acciones judiciales de Yarur Elsaca, Hermosilla apuntó a que nunca hubo una rendición de cuentas de Daniel y que su codicia pudo más, pese a que llegó a ganar $ 164 millones mensuales.
Recordó que, como titular de la SVS, ganaba $ 3 millones y que, apenas debutó al frente de los negocios de Jorge, saltó a $ 49 millones.
Su versión es cuestionada desde la defensa, que asegura que Daniel sólo ganó $ 15 millones desde que asumió, cifra que fue reajustándose con los años y que llegó a $ 49 millones en el tiempo y asumiendo un monto bruto.
Juan Pablo –observado atentamente por su hermano Luis y su padre Nurieldín–, hizo gala de su ironía cuando, enfocado en las habilidades de ajedrecista de Yarur Elsaca, comentó que contrató a un profesor que le daba clases diarias de ese deporte. Mientras, Daniel sonreía observando el relato.
Hugo Rivera, el connotado penalista, aguardó con una aparente impaciencia su turno. Éste vino después de más de 32 minutos de relato de Hermosilla y del fiscal José Morales, quien se concentró en describir detalladamente los hechos de la causa.
En ningún momento del discurso de los acusadores, que pidieron entre 6 y 7 años de presidio, los observó. Revisaba sus documentos, fijaba la mirada en las tres jóvenes juezas que a ratos sonreían con los dichos de Hermosilla.
Rivera –al igual que Hermosilla– reiteró la línea argumental presentada en la Corte, pero esta vez con guantes aun más duros.
Advirtió que los contratos de traspaso de acciones que se le cuestionan a Daniel Yarur los hicieron abogados panameños, a los que el fiscal Morales no pidió interrogar.
Y repasó a sus contradictores por cuestionar los montos que Daniel Yarur se canceló de los servicios a Jorge, recordando que la misma codicia que Hermosilla denuncia que tuvo el ex SVS al cobrar dichos honorarios, la tuvieron ellos en el porcentaje que obtuvieron por el acuerdo de Jorge con Luis Enrique Yarur, que permitió al dueño del Museo de la Moda recibir US$ 100 millones. De este monto, los abogados habrían recibido al menos un 15%, es decir, unos US$ 15 millones.
La defensa, eso sí, tuvo una derrota inicial, pues el tribunal rechazó la incidencia para que declarara sobre el acuerdo referido el presidente de BCI, el que, a juicio de la defensa, permitiría determinar el patrimonio con el que Jorge Yarur contaba al momento de asumir Daniel su gestión, el que, en su opinión, sería mucho mayor al que se estima y, por ende, los cálculos sobre el monto que debía recibir como honorarios el ex SVS variarían significativamente.
Se especula que en los próximos días podrían aparecer entre los testigos algunos de los nombres más poderosos del empresariado chileno, entre ellos, el presidente de Antofagasta Minerals, Jean Paul Luksic. Daniel Yarur lo conoció en Londres y luego fue director de la minera. Ya dio testimonio en el Quinto Juzgado Civil de Santiago, donde confirmó que le tuvo que pedir al ex superintendente su renuncia al directorio de Antofagasta, como resultado del escándalo. La visión del directorio era que el pleito exponía la buena reputación de la minera y sus directores.
Jean Paul declaró que, mientras Daniel Yarur estuvo en el directorio, fue “un aporte real y significativo para el desarrollo de la compañía”.
