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Camus vs. Errázuriz: ¿divididos frente a la codicia?

Camus vs. Errázuriz: ¿divididos frente a la codicia?

El presidente de la Bolsa de Comercio de Santiago, Juan Andrés Camus, dijo a Qué Pasa: “A algunos empresarios les ganó la codicia”. Título que recordó otra entrevista de su socio, Jorge Errázuriz, quien en 2008 señaló a Sábado: “Estigmatizar la codicia le ha hecho mal a Chile”.


Definitivamente no hay una sola visión sobre la codicia, ni siquiera entre socios de toda la vida, como es el caso de Jorge Errázuriz y Juan Andrés Camus.

Este último dio una entrevista a revista Qué Pasa que el medio llamó: “A algunos empresarios les ganó la codicia”. Título que recordó otra entrevista, dada por Errázuriz a fines de 2008 a revista Sábado, con un mensaje completamente distinto: “Estigmatizar la codicia le ha hecho mal a Chile”.

Varios años han pasado desde ese entonces hasta ahora, pero vale la pena revisar lo que uno y otro razonaron sobre este concepto que el diccionario de la Real Academia Española define como “afán excesivo de riquezas” o “deseo vehemente de algunas cosas buenas”.

En su calidad de presidente de la Bolsa de Comercio de Santiago, Juan Andrés Camus, quien es también socio de BTG Pactual, señaló el pasado viernes:

-¿Cómo define a su generación de empresarios?
-Fuimos una generación que nos tocó vivir bastante duro. Fuimos activos en la reestructuración de la economía chilena. Después nos tocó la crisis del 82 que fue terrible. Debimos aprender mucho, y vivimos en un ambiente en que éramos muy pobres. Tuvimos que ser austeros y trabajar muy duro para construir lo que hoy tenemos. Las cosas se resolvieron con mucho trabajo. Hubo gente que lo pasó muy mal, gran desempleo y muchas personas se arruinaron. Pero a partir de ello se diseñó una economía de mercado que ha sido admirada en todo el mundo. Eso uno lo mira con algún grado de orgullo.

-¿Hay un tema en el hecho de que casi todos sus pares se hayan hecho ricos muy jóvenes y con posiciones de poder importantes muy rápidamente?
-En este proceso efectivamente hubo gente que tuvo mucho éxito. En varias generaciones no pasó una cosa como ésa. Eso generó consecuencias en la sicología de las personas: ese éxito, que era una cosa que no se veía, fue sorprendente, pero generó trastornos de personas o de grupos de personas, que en algún momento explotan.

-¿El éxito los endiosó?
-Algo de eso hay. Muchas veces el exitismo de las personas les hace perder la humildad, que es una característica que ayuda mucho a las personas a poder resolver bien las cosas. Cuando uno tiene un grado razonable de humildad, pide opiniones y consensuar las cosas. A veces, cuando uno es muy exitista no pregunta, llega y sigue. Como te ha ido bien, tiendes a pensar que te va a seguir yendo bien.

-¿El éxito los encegueció en el sentido de dejar de diferenciar lo que está bien de lo que está mal?
-No se puede hacer una generalización. La personalidad de las personas tiene una distribución normal, pero es posible que el éxito termine por confundirte y que los árboles no te dejan ver el bosque y tu conducta se vaya a una de las colas de la curva. Dejas de prestar la debida atención a cosas importantes. Eso puede llevarte a la equivocación. Mucha gente exitosa se cree el cuento. El riesgo del éxito es sentir que puedes hacer cualquier cosa. Es en ese momento cuando empiezas a cometer errores.

-En los últimos meses, hemos visto a destacados empresarios enredados en operaciones o actuaciones para algunos delictivas, para la mayoría mal vistas. El caso Penta, el caso Cascadas. ¿Por qué cree que muchos han caído en este tipo de triquiñuelas que terminan empañando al empresariado?
-La mayoría de las personas son honestas, hacen las cosas bien y son cuidadosas. Lo que sucede es que a veces en estos procesos de crecimiento rápido hay mucha delegación de poder, y se pierde el control de algunos detalles. Y se producen prácticas poco sanas.

-¿Que prácticas poco sanas ve usted?
-Creo que no hay que prejuzgar. En el caso Penta aún no hay un juicio. Pero con toda claridad me parece pésimo e impresentable que se hagan facturas falsas. No se pueden aceptar ese tipo de prácticas.

-¿Le ganó la codicia al empresariado?
-A algunos empresarios les ganó la codicia, pero en general pienso que han hecho un proceso exitoso y bueno para Chile. Este país ha disminuido la brecha respecto del ingreso de Estados Unidos de un 20% hace 30 años al 45%. Se ha hecho una cuestión increíble. Es el único país de Latinoamérica que ha logrado esta trayectoria, salir de la pobreza, y tener la sociedad que tenemos. En el camino hay cosas que se han hecho mal, y yo no las justifico, pero sumando y restando estamos mucho mejor. No hay progreso sin ningún riesgo.

La visión de Jorge Errázuriz

Seis años antes y en medio de la crisis subprime y de la quiebra de Lehman Brothers, Jorge Errázuriz, quien también es socio de BTG Pactual y en esa época de Celfin, se refirió al tema de la codicia pero desde una perspectiva laudatoria y como condición necesaria para el surgimiento del empresariado.

«Se puede decir que en el mejor de los casos 2009 será el año del CONSUMISMO: con su mismo auto, con su misma ropa, con su mismo trabajo (ojalá), con su mismo salario», explicaba Errázuriz a la periodista en el Club de Golf.

-La Presidenta Bachelet dijo que esta crisis tuvo que ver con la codicia. ¿Está de acuerdo?
-Michelle Bachelet está igual que la Iglesia Católica con el discurso de que la codicia es algo malo, que uno se va a ir al infierno. Pero resulta que tenemos que incentivar a la gente para que cree valor, y si no hay codicia nadie va a crear una empresa. Esa aseveración es muy parecida a la que dice que el mercado es cruel, a los Presidentes les gusta decir esas cosas, Ibáñez del Campo dijo que había que abolir la ley de la oferta y la demanda. Está bien, va a sentirse el efecto de la crisis, pero esto de la codicia, cuando lo leí, lo encontré ¡de una simpleza! porque el ser humano y los mercados funcionan en base a dos conceptos, la codicia y el miedo, «fear and greed». Míralo en los animales: si ven un potrero de pasto más verde allá, todos corren a comérselo; la codicia. Y si llega una nube que amenaza con una tormenta les da susto y se alejan del pasto verde. Y ese pasto verde ya no tiene valor. El ser humano se mueve en manadas igual que los animales, entonces que no me digan que esto es producto de la codicia. Ahora, que hubo mala regulación, eso sí lo creo.

-¿Se cae el modelo de los nuevos ricos que usted ha pregonado con esta crisis?
-Soy partidario de que haya muchos nuevos ricos en Chile porque eso quiere decir que hay muchos nuevos empresarios, mucha gente con codicia para crear valor para ellos, sus familias y el país. Estigmatizar la codicia, a los nuevos ricos, le hace mal al país.

Esta historia continuará…

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