Las esperanzas de Peña Nieto están puestas en la inversión extranjera en el petróleo, buscando recobrar impulso para sus iniciativas económicas después de un año en que su gobierno se vio aquejado por la violencia de la droga y las acusaciones sobre conflictos de interés. Este fin de semana el líder azteca sufrió un revés incómodo cuando Joaquín Guzmán, el traficante de drogas más famoso de México, huyó de la cárcel por segunda vez.
La credibilidad del presidente de México, Enrique Peña Nieto, en la seguridad jurídica se vio afectada este fin de semana por la fuga de la cárcel de Joaquín «El Chapo» Guzmán, el traficante de drogas más famoso del país. Ahora, está a punto de ser puesta a prueba con respecto a su promesa de atraer inversiones privadas para el debilitado negocio petrolífero y contribuir a reactivar la economía.
El miércoles, el gobierno llevará a cabo la primera de una serie de subastas petrolíferas que contribuirán a abrir la industria energética, generando aproximadamente US$62.500 millones para 2018 e incrementar la producción anual 500.000 barriles diarios. Los contratos de exploración y producción, los primeros desde que el presidente Lázaro Cárdenas nacionalizó los yacimientos en 1938, pondrán fin al monopolio de la empresa estatal Petróleos Mexicanos, o Pemex.
El éxito de las subastas también determinará si Peña Nieto, de 48 años, puede revertir una declinación de un decenio en la producción de crudo y cumplir su promesa de duplicar el ritmo de la expansión económica para cuando abandone su cargo a fines de 2018. La caída en la producción y un derrumbe de casi 50 por ciento en los precios del petróleo durante el último año obligaron a México a recortar el gasto público y suavizar los términos de los contratos de subastas para los futuros oferentes.
“Este proceso es vital”, dijo Vicente Fox, ex presidente cuya elección en 2000 quebró siete décadas de gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Peña Nieto. “Esta es una gran oportunidad que tiene México de movilizar su economía y alcanzar tasas de crecimiento de 5 por ciento, algo que no hemos podido lograr en los últimos 30 años”.
Recobrar impulso
Las subastas dan a Peña Nieto, que asumió en 2012, la posibilidad de recobrar impulso para sus iniciativas económicas después de un año en que su gobierno se vio aquejado por la violencia de la droga y las acusaciones sobre conflictos de interés relacionados con compras de casas. Sufrió un revés incómodo durante el fin de semana cuando Joaquín Guzmán, el traficante de drogas más famoso de México, huyó de la cárcel por segunda vez, un hecho que Peña Nieto había dicho que su gobierno no debía permitir que ocurriera nunca y que sería “imperdonable”.
La subasta de este miércoles comprende 14 bloques en aguas superficiales en la zona sureste del Golfo de México. Siete grupos y 17 compañías –incluidas las dos más grandes del mundo, Exxon Mobil Corp. y Chevron Corp.- precalificaron para ofertar. México subastará yacimientos en tierra firme más adelante este mismo año, luego de lo cual realizará subastas de yacimientos en aguas profundas y de esquistos. Fox dijo que está trabajando con un fondo de inversión que se propone participar en el futuro.
La reforma energética también fue concebida para impulsar la industria del gas natural, ayudando a bajar los precios de la electricidad para los hogares y las industrias, y generar una revolución de la producción a base de esquistos en el norte del país.