La aerolínea recortó en forma dramática sus proyecciones de márgenes operacionales y culpó nuevamente a la débil economía brasileña. La pérdida fue una sorpresa, ya que se anticipaba una pequeña utilidad. Las acciones se transan a su nivel más bajo en casi 10 años. [Actualizada]
Las promesas de un futuro mejor, una vez fusionados LAN y Tam, sigue siendo solo eso: una promesa.
Ayer LATAM Airlines reportó una inesperada pérdida de US$ 49,7 millones en el segundo trimestre y un desplome de 22% en sus ingresos. Es la séptima caída trimestral consecutiva en sus ventas y la cifra total estuvo también por debajo de lo que anticipaba el mercado.
Nuevamente la debilidad de sus operaciones en Brasil, su mayor mercado, fue la principal causa.
De acuerdo a Reuters, la pérdida contrasta con las ganancias por US$4 millones que esperaba el mercado.
LATAM acumula pérdidas de US$90 millones en lo que va del año, aunque marcan una leve mejora de los US$ 100,2 millones que perdió durante el mismo periodo el año pasado.
Deutsche Bank dice que si no fuera por una ganancia no operativa de US$ 35 millones relacionada con el tipo de cambio, la pérdida hubiese sido aún mayor.
El margen operacional mejoró levemente de 0,5% a 0,7%, pero igual estuvo muy por debajo el 3,1% que tenía como proyección el banco de inversión europeo.
LATAM ha transparentado en los últimos meses que los resultados de la aerolínea no mejorarían hasta que la economía de Brasil comenzara a recuperarse. La industria en la región está enfrentando viento en contra, dada la desaceleración generalizada de las economías de América Latina.
Entre abril y junio la ingresos por unidad de pasajero se desplomaron 23% y en Brasil un 34,4%. La empresa enfrentó un escenario en que no podía aumentar precios en la región y una fuerte baja en la demanda corporativa en el mercado brasileño. La caída de las divisas regionales también fue un factor negativo. Los ingresos por carga cayeron 21%.
A través de un comunicado, la empresa dice que ha hecho ajustes para enfrentar la difícil situación, “incluyendo reducciones de capacidad en el mercado doméstico brasileño, son una respuesta necesaria a los retos actuales, pero en ningún modo alteran nuestros planes estratégicos a largo plazo”.
Casi no hubo elementos positivos en los resultados, excepto la mejora operacional, que la empresa dice “fue producto de la fuerte reducción de 20,7% del costo por asiento-kilómetro (ASK) equivalente de la Compañía”, aunque esa reducción se debe en gran medida a la caída de precio del combustible. “Excluyendo el costo de combustible, el costo por ASK equivalente disminuyó 13,8%, reflejando las eficiencias relacionadas al ya anunciado plan de reducción de costos, así como también el positivo efecto de la depreciación de las monedas en nuestros costos denominados en moneda local”, explica el comunicado.
Latam redujo en forma dramática sus proyecciones para márgenes operacionales para este año. Hasta ayer estaba firme con que terminaría 2016 con márgenes de entre 6 y 8 por ciento. Ahora la proyección es que sean entre 3,5 y 5 por ciento.
El informe de Deutsch Bank estima que ese recorte refleja que en el segundo semestre los resultados no van a mostrar mejorar significativas.
A eso se suma que su posición de liquidez empeoró en US$ 200 millones, para cerrar el trimestre con US$ 1.600 millones en caja.
LATAM está en medio de un agresivo plan de reducción de costos y planea gradualmente reducir sus operaciones domésticas en Brasil en aproximadamente un 8% a un 10%.
A esto ahora se suma el anuncio de ayer en que reveló que está revisando su plan de flota y requerimientos de flota para los próximos años, y evalúa “retrasar la llegada de un número de aviones de pasajeros de largo alcance, programados para entrega el 2017 y 2018, así como subarrendar al menos un avión carguero”.
El mercado venía anticipando los malos resultados y ayer, antes de que se publicaran, las acciones habían cerrado con pérdidas de más de 3% y ahora están en su nivel más bajo en 9 años. Al cierre de ayer acumulaban una baja de 44%.
Una fusión que no hace clic
La recesión que sufre Brasil este año se suma a las tensiones que pesan sobre una línea aérea que, en el momento de su creación, era la más grande del mundo por valor de mercado y la más importante de América del Sur. Mientras que algunas operaciones de LAN y Tam siguen separadas después de la fusión, la desaceleración económica significa que los beneficios de la fusión quedarán para más adelante en el tiempo.
“El problema de la fusión LAN-Tam es que, cuando compraban Tam y el mercado brasileño, estaban comprando el país más grande de la región, cuya economía crecía a un ritmo veloz y cuya moneda era fuerte”, explicó hace unas semanas en Bloomberg David Galante, analista sénior de inversiones de Banco Penta.
En Brasil, la demanda, en especial la de viajes de negocios, se está debilitando y la competencia de Azul SA y Avianca Brasil está haciendo bajar las tarifas, explicó Bradford Jones en la misma nota de Bloomberg. Jones administra US$150 millones de acciones latinoamericanas en Sagil Asset Management de Londres.
“Hasta que la demanda no se recupere en Brasil –algo que no prevemos que ocurra este año–, creemos que habrá presión bajista sobre las acciones y las utilidades”, agregó Jones, que no posee acciones de Latam desde hace más de dos años.
Analistas dicen que los sistemas conjuntos de reservas de LAN y Tam no estarán funcionando a pleno sino hasta 2017 y recién en 2016 se unificará la marca. A eso agregan que es evidente que a LAN le ha resultado muy difícil integrar dos culturas muy distintas con costos muy distintos.
La familia Cueto, que controla Latam a través de la sociedad Costa Verde Aeronáutica, ha debido tomar medidas drásticas y vender alrededor de US$ 180 millones en nuevas acciones como parte de un aumento de capital.
En el mercado hay preocupación por el nivel de deuda y apalancamiento que tiene el grupo, lo que lo deja con poco espacio para maniobrar.
Durante toda la jornada de este viernes, las acciones de la aerolínea se mantuvieron con caídas que bordeaban el 5%, castigando los malos resultados trimestrales y ventas que no terminan por despegar.
Finalmente, al cierre del mercado las acciones cayeron un 4,64%.