Rodrigo Valdés se reuniría con inversionistas, bancos de inversión y los equipos de analistas que siguen Chile y la región. Aunque decisión final no se ha tomado, la visita está programada para fines de la semana próxima y se confirmaría este viernes. Sería su primer viaje al corazón del sistema financiero como titular de Hacienda y la idea consistiría en reafirmar el compromiso del Gobierno con la regla fiscal y aclarar cualquier duda acerca del compromiso férreo del Ejecutivo con la austeridad fiscal. Se especula que también aprovechará de sondear el mercado en anticipo de las emisiones de bonos que el Gobierno tendrá que hacer el año próximo para financiar el presupuesto anunciado.
Un viaje relámpago a Nueva York está preparando Rodrigo Valdés.
El objetivo de la visita es para que el ministro de Hacienda explique la estrategia fiscal del Gobierno a Wall Street.
Valdés se reuniría con inversionistas, bancos de inversión y los equipos de analistas que siguen Chile y la región. Aunque la decisión final no se ha tomado, la visita está programada para fines de la semana próxima y se confirmaría este viernes. Sería su primer viaje al corazón del sistema financiero como titular de Hacienda y la idea consistiría en reafirmar el compromiso del Gobierno con la regla fiscal y aclarar cualquier duda acerca del compromiso férreo del Ejecutivo con la austeridad fiscal.
Se especula que también aprovechará de sondear el mercado en anticipo de las emisiones de bonos que el Gobierno tendrá que hacer el año próximo para financiar el presupuesto anunciado, aunque desde Hacienda descartan que uno de los objetivos del viaje sea buscar financiamiento.
Uno de los eventos claves tendrá lugar en el influyente “Council of the Americas”, donde el ministro hará una exposición ante inversionistas acerca de las proyecciones para la economía chilena y explicará las oportunidades de inversión que existen. Ese encuentro tendrá lugar el viernes 30 de octubre. Es el mismo lugar donde hace unas semanas estuvo exponiendo la Presidenta Michelle Bachelet.
Una fuente del sector financiero que sabe de los planes dice que la decisión de Valdés de ir a Nueva York a explicar la política fiscal del Gobierno es “una muy buena idea. En los últimos meses se han generado dudas y es mejor que él las aclare personalmente. El ministro se maneja bien en Wall Street, es muy respetado y lo van a escuchar”.
El Presupuesto 2016 contempla un aumento de 4,4% sobre el gasto efectivo de este año, lo que equivale a la mitad del crecimiento presupuestario de 2015. Aunque varios economistas han salido a cuestionar la austeridad plantead, ya que estiman que el aumento de gasto en términos reales sería mayor al 6% y no el 4,4% que se anunció, ya que toma como base la proyección de gasto efectivo para este año y no “presupuesto a presupuesto”, como tradicionalmente se ha hecho.
Valdés defendió la decisión en su momento: “Respecto de la idea de algunos de crecer 4,5% presupuesto a presupuesto, significaría que el balance estructural mejoraría en tres cuartos de punto porcentual, y ese es un shock de política fiscal que hacen países que tienen al FMI de visita, prestándoles plata. No lo hacen países como Chile, que pueden ajustarse gradualmente. Significaría un ajuste estructural monumental, que pondría en duda la recuperación que estamos buscando de la economía”.
Segismundo Schulin-Zeuthen, presidente de la Asociación de Bancos, ha dicho que el presupuesto que presentó Valdés refleja que “logró que el Gobierno reconociera que la situación del país es compleja y que para mantener los ratings crediticios debe tener una política fiscal realista y darle importancia al crecimiento”.
Cabe recordar que Chile tiene la nota crediticia más alta de la región (AA-) y su deuda posee la mejor calificación entre los mercados emergentes.
El análisis del BBVA fue que el presupuesto “es un avance en estas dos dimensiones, en la línea de una mayor responsabilidad fiscal. Por otro lado, claramente el Presupuesto no es contractivo, porque el tamaño del Estado seguirá creciendo el próximo año (el gasto crecerá por sobre el crecimiento del PIB); es más responsable por cierto, pero sigue siendo un presupuesto expansivo. La contribución positiva del gasto al crecimiento del PIB el próximo año irá más allá de los espacios que da el crecimiento del PIB tendencial, lo que se asocia, en gran medida, a los mayores recursos que se obtendrán por la reforma tributaria. Si bien se valora la reducción del déficit estructural, lo que implica un menor estímulo fiscal en 2016 con respecto a este año, no está de más preguntarse si el esfuerzo que se está haciendo es suficiente, en especial si se considera que es altamente probable que los parámetros estructurales vuelvan a ajustarse a la baja el próximo año”.
