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OPEP brinda estímulo financiero en lugar de los bancos centrales

OPEP brinda estímulo financiero en lugar de los bancos centrales

El crudo Brent cayó por debajo de los US$40 por primera vez en casi siete años luego de que la OPEP abandonó los límites para la producción de crudo a todos sus efectos, lo que provocó especulaciones de que continuará un exceso sin precedentes de la oferta mundial.


Los banqueros centrales del mundo recibieron una ayuda de los ministros de Petróleo del globo.

En momentos en que el Banco Central Europeo proporciona menos estímulo monetario del que buscaban los inversores y en que la Reserva Federal de los Estados Unidos podría disponer un endurecimiento la semana próxima, la economía mundial podría terminar por encontrar apoyo en el menor precio del petróleo en más de seis años.

El West Texas Intermediate se negocia a alrededor de US$40 por barril cuatro días después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo optara por no limitar la producción, lo que extiende la declinación del producto primario respecto de su pico de US$107,73 de junio de 2015 y del punto más alto de este año, que fue de US$62,58 en mayo.

Si bien la declinación anterior no generó la recuperación económica que algunos pronosticaban, economistas de UniCredit Group AG, Commerzbank AG y Société Générale SA siguen apostando a que un combustible más barato impulsará el gasto de consumidores y empresas en 2016.

“Los banqueros centrales deberían tomar eso como un elemento positivo”, dijo Peter Dixon, un economista de Commerzbank en Londres. “Contribuye a estimular la demanda al dejar algo dinero en el bolsillo y proporcionar un factor de bienestar”.

Aumento del crecimiento

Michala Marcussen, jefa global de economía de Société Générale, estima que cada US$10 de declinación del precio del petróleo el crecimiento global se incrementa 0,1 puntos porcentuales. Estima que desde 2014 el mundo ha gozado de un beneficio equivalente a 2 por ciento del producto interno bruto que de otro modo habría gastado en crudo.

“Nuestro principal motivo de alivio fue la semana pasada que la OPEP decidiera no reducir la producción, lo que augura a los consumidores un petróleo barato durante más tiempo”, dijo Marcussen.

Si bien la declinación del petróleo podría debilitar el ritmo de la inflación que los banqueros centrales se esfuerzan por acelerar, Erik Nielsen, economista jefe de UniCredit Bank, dijo que era importante reconocer que se trata de una “desinflación ‘buena’ porque deriva de la oferta y no de la demanda, por lo cual incrementaría el ingreso real, lo que impulsaría el consumo y la recuperación”.

“Una caída de los precios de la energía equivale a una rebaja de impuestos sin implicaciones para la deuda”, dijo, y agregó que una consecuente expansión más rápida derivaría también en aumentos de precios, por lo cual los inversores deberían ser cautos en lo relativo a apostar a un deterioro de la inflación.

Algunos banqueros centrales también ven las ventajas de un petróleo más barato. Jens Weidmann, el presidente del Bundesbank, objetó el 3 de diciembre una nueva flexibilización del BCE al decir que “las importantes declinaciones del precio de la energía en realidad respaldan la recuperación”. El presidente del banco de la Fed de San Francisco, John Williams, dijo la semana pasada que los efectos de la declinación del petróleo en la inflación general “se desvanecerían” pronto.

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