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La Fed tiene la palabra Columna de opinión

La Fed tiene la palabra

«El proceso de normalización monetaria en EE.UU. contiene decisiones más allá del alza en la tasa de instancia, con repercusiones tanto para ese mercado como para el resto de la economía mundial. Un punto importante a vigilar por todos es cómo finalmente la Fed resuelve el elevado nivel de exceso de reservas. Para evitar la materialización de un indeseado aumento en los precios debido a un incremento en la liquidez de mercado, es relevante que la Fed mantenga las expectativas de inflación en niveles bajos, lo que podría traer alzas de tasas no esperadas por los analistas».


Una de las tantas medidas que llevó adelante la Fed para enfrentar la crisis financiera de 2008 que tuvo al borde del abismo a la economía norteamericana fue, por primera vez en su historia, pagar un interés por las reservas que mantienen los bancos en la institución. Las llamadas “reservas requeridas” son depósitos en la Fed que los bancos deben tener por ley, igual a un porcentaje de los depósitos de terceros que ellos conservan, como una forma de respaldo. No obstante, pueden realizar depósitos adicionales a los requeridos, catalogados como “excesos de reservas”. Desde el 2008 a la fecha estos excesos han tenido un crecimiento no menor. Y es que si en agosto de 2008 se ubicaban en US$ 2.000 millones, a diciembre de 2015 esta cifra se había elevado hasta US$ 2.300.000 millones.

Si bien esta política fue positiva para evitar un desastre mayor, la otra cara de la moneda deja al descubierto una alerta que todo el mercado debe monitorear de cerca. El riesgo que presenta este inusual nivel es que los excesos sean introducidos en el mercado a discreción de los bancos, pudiendo a su vez incrementar la liquidez dramática y rápidamente, convirtiéndose en una fuente de riesgo inflacionario significativo. Un gatillante para este hecho sería un aumento en la expectativa de inflación de privados (hogares y empresas). En este caso, los privados estarían dispuestos a asumir un mayor costo por la deuda, debido a que en términos reales esta es más barata de pagar. Para los bancos el prestar el dinero constituido en reservas con esta tasa más alta genera un mayor valor relativo versus el mantenerlo en la Fed. Una decisión que finalmente aumentaría la liquidez en el mercado, desencadenando todavía una mayor inflación.

¿Qué hacer entonces? Tres posibles alternativas que la autoridad tiene para enfrentar este escenario, aunque no exentas de consecuencias indeseadas, son: subir la tasa de interés de las reservas, liquidar los activos de su balance, o bien aumentar las reservas requeridas. Si decide subir la tasa de las reservas, la Fed está prácticamente obligada a incrementar paralelamente la tasa de interés, para no afectar el mercado interbancario, lo que sin embargo implicaría un mayor costo de financiamiento para la economía real y no generaría una reducción en los excesos de reservas. En tanto, al optar por liquidar los activos de su balance, debido a la magnitud de las liquidaciones, podría generar correcciones significativas en los precios con consecuencias financieras importantes.

La última alternativa es aumentar las reservas requeridas, pero este camino requeriría la tramitación de una nueva ley, lo que es poco probable que se logre con la rapidez necesaria.

El proceso de normalización monetaria en EE.UU. contiene decisiones más allá del alza en la tasa de instancia, con repercusiones tanto para ese mercado como para el resto de la economía mundial. Un punto importante a vigilar por todos es cómo finalmente la Fed resuelve el elevado nivel de exceso de reservas. Para evitar la materialización de un indeseado aumento en los precios debido a un incremento en la liquidez de mercado, es relevante que la Fed mantenga las expectativas de inflación en niveles bajos, lo que podría traer alzas de tasas no esperadas por los analistas. Paralelamente debería comenzar a informar acciones concretas para disminuir estos excesos de manera gradual, minimizando su impacto en los mercados. Así las cosas, la Fed tiene por delante un nuevo desafío que mantendrá expectante al mercado. En este desafío, la Fed tiene la palabra.

Camilo Vio
Economista Banco Santander

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