El Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, cerró este lunes un febrero con ligeras ganancias, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq acumularon tres meses seguidos a la baja por primera vez desde 2011.
Los tres índices terminaron en rojo la sesión de este lunes, con retrocesos del 0,74 % para el Dow Jones, del 0,81 % para el S&P 500 y del 0,71 % para el Nasdaq.
Pese a ello, el Dow Jones acabó el mes con un ascenso del 0,27 % que, aunque leve, supone un claro contraste con las importantes pérdidas registradas en enero.
La estabilización del precio del petróleo y la recuperación de algunos sectores que habían empezado muy mal el año ayudaron al principal indicador de la bolsa de Nueva York a disipar dudas este mes.
En medio de un accidentado enero, algunos analistas advertían del riesgo de una ralentización de la economía estadounidense, que a tenor de los datos más recientes no está cerca de producirse.
Muchos, sin embargo, siguen insistiendo en que el comportamiento de los mercados en febrero puede responder más a un rebote tras las fuertes pérdidas que a una verdadera solidez económica.
El S&P 500 y el Nasdaq, mientras, terminaron el mes con pérdidas acumuladas del 0,43 % y el 1,22 %, respectivamente, y suman ya tres meses seguidos de números rojos, algo que no ocurría desde 2011.
Tras iniciar la jornada mixta y coger impulso hacia la media sesión, Wall Street giró hacia el rojo en las últimas horas, un movimiento atribuido por los expertos a las órdenes de venta acumuladas en el último día del mes.
Las pérdidas se produjeron a pesar de la subida que vivió este lunes el precio del petróleo en los mercados internacionales, un alza que recientemente se había trasladado casi siempre a los mercados de acciones.
En Nueva York, el barril de crudo de Texas subió un 2,96 % hasta los 33,75 dólares el barril, mientras que en Londres el Brent avanzó un 2,47 % hasta 35,97 dólares.
En el ánimo de los inversores pesaron también las dudas sobre la economía china, uno de los grandes responsables de las fuertes pérdidas de comienzos de este año en las bolsas mundiales.
Las últimas medidas anunciadas por Pekín parecieron convencer más en Europa, donde la mayor parte de las plazas registraron subidas, que en EE.UU.
El banco central chino anunció un recorte de medio punto en el coeficiente de reserva de los principales bancos comerciales, al tiempo que el Gobierno del país dijo que planea despedir a 1,8 millones de trabajadores de los sectores del carbón y el acero dentro de su estrategia de reestructuración industrial.
