all Street amenizó hoy con ganancias su espera de los datos de empleo que la Administración de EE.UU. dará a conocer este viernes.
Los operadores parecen haber llegado a la conclusión de que mejor es mostrarse optimistas ante nuevos datos que podrían remar a su favor y en pro de la estabilización de la economía estadounidense.
Los informes mensuales de desempleo son además uno de los principales valores que tienen en cuenta de cara a futuros movimientos de la Reserva Federal, una obsesión para los mercados que no quieren que la Fed cierre aún más el grifo del dinero fácil.
Como ya ocurrió este miércoles, los indicadores cayeron hoy durante buena parte de la jornada pero consiguieron remontar hacia la recta final de la sesión.
Detrás de las pérdidas de buena parte del día estuvo por un lado, la inestabilidad del petróleo en los mercados internacionales, donde volvió a terminar con leves descensos en el caso del barril de Texas y, por otro, una tanda de datos sobre la economía estadounidenses peores de lo previsto.
«(Las ganancias de hoy) tienen mucho que ver con la espera de mañana. Los datos que conoció el mercado esta sesión no fueron relevantes por sí mismas», dijo a CNBC el jefe de inversión estratégica de PNC Asset Management, Bill Stone.
«Los miedos a una recesión en EE.UU. han caído y obviamente la nómina es lo que más importa a la gente», añadió.
Los último datos de empleo dan lugar al optimismo.
El índice de desempleo en Estados Unidos descendió al 4,9 % en enero, el nivel más bajo desde febrero de 2008, mientras que la contratación se frenó levemente y se situó en 151.000 puestos de trabajo mensuales.
Se trataba de la primera vez que el desempleo cae por debajo del umbral del 5 % en ocho años.
Los datos correspondientes a febrero que se conocerán mañana podrán probar la tendencia optimista o enterrarla de un solo golpe.
