Publicidad
Von Mühlenbrock golpeó, Valdés retrucó y Prat-Gay puso el humor El animado seminario de la Sofofa

Von Mühlenbrock golpeó, Valdés retrucó y Prat-Gay puso el humor

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
Ver Más

El presidente de la Sofofa dijo que el ajuste fiscal era insuficiente y tuvo palabras duras contra la reforma laboral. El ministro de Hacienda respondió que “es una pésima idea tener un objetivo de balance cero nominal» y recordó que en el Gobierno de Piñera la deuda bruta aumentó más que en lo que va de esta administración, pero dijo no recordar las voces de alerta que se escuchan ahora. Cuando vino el turno del ministro de Hacienda Argentino, apuntó a las distintas realidades de su economía y simplemente dijo a Valdés que “no estás bailando con la más fea”.


Para ser un seminario de economía, fue bastante animado.

La crème de la crème del empresariado chileno en masa estaban presente. Casi 700 de los hombres y mujeres más poderosos e influyentes colmaron el evento.

El evento era el seminario «Nuevos vientos de la economía», organizado por Sofofa y la UDD.

Los invitados de honor: el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés; el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara; el ministro de finanzas de Argentina, Alfonso Prat-Gay; y el empresario concertacionista Óscar Guillermo Garretón.

El tono lo pusieron los anfitriones, el presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, y el rector de la Universidad del Desarrollo, Federico Valdés.

Los anfitriones no fueron muy acogedores con el ministro de Hacienda y por ende con el gobierno.

Von Mühlenbrock le dio la bienvenida criticando el ajuste fiscal, al cual calificó de “insuficiente”, aunque dijo que la medida era “digna de reconocer».

“Valoramos la seriedad y responsabilidad del Gobierno en asumir el difícil escenario que enfrenta el país. El hecho de que  el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, anunciara un recorte fiscal del 1%, nos parece muy loable. Esta medida, sin ser obligatoria, era necesaria y va en la línea correcta”.

Pero de ahí vino el palo más fuerte: “de nada sirve ajustar el presupuesto en un 1%, cuando se siguen impulsando acciones que solo aportan a una mayor rigidez laboral, a una menor productividad y a mayor conflictividad dentro de las empresas. En pocas palabras, medidas que son verdaderos frenos para el crecimiento económico del país”.

El gremialista también aprovechó de defender a sus pares, cuya legitimidad –junto a la de los políticos– ha sido severamente cuestionada por los casos de las platas políticas y colusión. “Para el empresariado no han sido tiempos de paz. Las acusaciones de financiamiento irregular y colusión contra algunas compañías han generado un ambiente antiempresarial generalizado. Sin embargo, hay que señalar que la gran mayoría de las empresas y de los empresarios de nuestro país, están haciendo las cosas bien y trabajando por el bienestar de Chile”.

Y cerró poniendo la pelota en el lado del Gobierno, pidiendo medidas concretas para reactivar la economía. “Se requiere la voluntad política para impulsar proyectos concretos que le den mayor dinamismo a la economía y reconstruyan las confianzas. Estas debieran apuntar a estimular la oferta agregada, incorporar un mayor dinamismo en la inversión en el sector eléctrico, llevar adelante un plan de concesiones, impulsar nuevas medidas de atracción para la inversión extranjera, modernizar el sistema de capacitación y mejorar la participación laboral femenina y juvenil, entre otras”.

Luego vino el turno del rector de la UDD, Federico Valdés.

Hizo una defensa cerrada del modelo económico y repitió el mantra de la derecha empresarial: el crecimiento soluciona todos los problemas. “Si todos entendiéramos que la actividad económica determina nuestro grado de desarrollo humano, el interés por los indicadores de crecimiento, inversión o empleo, así como por las decisiones que influyen en ellos, se extendería mucho más allá de un grupo de economistas, empresarios y políticos, para integrar a la mayoría de los chilenos”.

El retruque del ministro

Cuando vino el turno de Rodrigo Valdés de hacer su presentación, no escatimó argumentos para defender la lógica del ajuste fiscal, defender las reformas como una respuesta a “legítimas demandas ciudadanas” y cerró advirtiendo acerca de soluciones populistas a los desafíos que enfrenta el país.

Ante las críticas de que el ajuste no fue suficiente, el ministro de Hacienda comenzó con hacer un recorrido por la política fiscal de los últimos Gobiernos, apuntando que años después de la crisis de 2008 «no hemos tenido una senda de balance estructural muy claro».

Dijo que “es una pésima idea tener un objetivo de balance cero nominal” y defendió la lógica de usar la regla de balance estructural.

Les recordó a los presentes que en el Gobierno de Piñera la deuda bruta aumentó más que en lo que va de esta administración, pero dijo no recordar las voces de alerta que se escuchan ahora.

En el Gobierno anterior, “la deuda bruta aumentó 7 puntos porcentuales. En este Gobierno lleva 4,3 pp y probablemente va a aumentar más que 7 puntos, pero me gustaría que todas las voces de alerta que escucho en los diarios, haberlas escuchado antes también».

Reconoció que el crecimiento del gasto debe ser manejado con extremo cuidado para seguir avanzando en consolidación estructural. Y en un reconocimiento tácito a las demandas del sector privado, les dijo a los presentes que el foco del Gobierno es generar más crecimiento, ya que “para poder avanzar en una serie de compromisos que tenemos como país es imperioso que la economía retome ritmos de crecimiento más elevados”.

El ministro dejó la puerta abierta para nuevos ajustes si las circunstancias lo requieren, algo que los economistas presentes interpretaron como un claro mensaje de que Valdés no va a permitir que el tema del déficit fiscal se le escape de control

Pero el titular de Hacienda fue claro en que el Gobierno no abandonará su plan de reformas. “Necesitamos que los recursos del Estado sigan creciendo para encauzar legítimas demandas ciudadanas” . Y agregó que “los estándares son más exigentes y en este entorno de baja confianza, tenemos que hacernos cargo de muchos focos de indignación. Pero es muy importante hacerse cargo sin ningún tipo de populismo. Es muy fácil solucionar esto en el corto plazo, pero es sembrar vientos”, sostuvo.

Asimismo, reiteró que «un manejo serio y responsable de las finanzas públicas es y seguirá siendo nuestro sello en Chile”. Y aprovechó para hacer un llamado general a «trabajar en espacios de mayor entendimiento y de un clima donde pueda haber más colaboración» entre Gobierno y empresarios.

“Recordemos que estamos todos en el mismo barco y cuando se navega en aguas difíciles como las que enfrentamos hoy, buscar el entendimiento es más importante que nunca”, aseguró el titular de Hacienda.

Dijo que la Reforma Tributaria, en su versión final, es un gran avance. Y recordó a los presentes, en su mayoría duros críticos de la señalada reforma, que «los ingresos tributarios están creciendo bastante más de lo esperado. Será que impuestos internos está haciendo mejor su trabajo, será que los contribuyentes están teniendo más cuidado, muchas razones, pero se está recaudando y eso ha sido una gran suerte de tener en esta coyuntura y nos ha permitido no tener que ajustarnos».

Les recordó a los presentes que el déficit fiscal del año pasado fue menor al esperado, admitiendo que una parte obedece a los ingresos por una sola vez del registro de capitales.

Y les señaló que el 2015 fue un año «difícil» para el país, no solo por los múltiples escándalos de corrupción que salpicaron tanto a la política como al mundo de los negocios, sino también por el desplome del precio del cobre y el empeoramiento del escenario externo para la economía.

En ese sentido, dijo el secretario de Estado, ”estamos bailando con la fea en algunas dimensiones».

La cuota de humor de Prat-Gay

A Valdés lo siguió el Presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara. No fue mucho lo nuevo que dijo, y quizás lo más destacable fue el compromiso de que el BC seguirá con una política monetaria expansiva en medio de la actual desaceleración.

Cuando llegó el turno del ministro de Hacienda de Argentina, Alfonso Prat-Gay, sus primeros comentarios apuntaron a él: «Se preocupa por bajar la inflación de 5% anual, nosotros queremos bajarla de 4% mensual».

Pero su mejor frase se la guardó para el ministro Valdés: “Rodrigo, no estás bailando con la más fea”.

El comentario no solo generó una carcajada generalizada, sino también sirvió para poner en contexto las diferencias que existen entre la economía chilena y la argentina.

Prat-Gay calificó la presentación de Valdés como “brillante” y destacó los niveles de madurez cívica en Chile, que “es algo envidiable”.

Su respuesta a una pregunta acerca de como veía él las reformas de Bachelet, la respondió sin rodeos: “Creo que lo que intentó hacer es ponerle dimensión social a todas los logros económicos. Y las reformas tienen esa dinámica. El resultado es una sociedad que dialoga en un sistema democrático y una discusión madura”.

Pidió a los potenciales inversionistas chilenos “el beneficio de la duda”.

Publicidad

Tendencias