«Nos parece que el Gobierno se ha encaminado bastante bien con estas medidas y nuestra recomendación sería que en el caso del financiamiento a las Pymes, no traten de definir nuevas iniciativas, sino que mejoren la implementación de lo que ya se encuentra muy bien normado».
Hace unos días, hemos visto con agrado las 22 medidas anunciadas por el Ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, enfocadas a impulsar el crecimiento económico, especialmente las relacionadas con las Pymes y su financiamiento de forma simple, oportuna y barata, lo que es el mejor impulso que se le puede dar a la economía.
Quiero establecer una comparación. En Perú se han establecido una serie de normativas que dejan muy bien establecido el modelo en favor del financiamiento de las Pymes, todo a partir de una visión muy fuerte del gobierno peruano, hecho pública en varios eventos importantes y que considera que la masificación del factoring como mecanismo de financiamiento para las Pymes tiene el potencial de desarrollar el país. Y todo esto lo han aprendido siguiendo el ejemplo de Chile en esta materia, aunque nos parezca insólito.
Volviendo a las medidas propuestas por Valdés, la número nueve – “Establecer un plazo máximo de acuse de recibo de la copia de la factura, luego del cual ésta se entenderá cedible irrevocablemente, para facilitar así el acceso de financiamiento de las pymes” – es definitivamente una medida que va en la línea que queremos reforzar y a través del término “cedible”, expresa implícitamente la intención de masificar el factoring, lo cual nos sorprende mucho y gratamente, ya que no ha sido muy común en Chile que las autoridades económicas se expresen tan a favor de éste como mecanismo de financiamiento.
Vale la pena aclarar que “establecer un plazo máximo de acuse de recibo” podría no ser el foco principal de esta medida. Más bien, establecer los mecanismos tecnológicos por parte del SII para que los millones de acuses de recibo de facturas electrónicas que ya se generan mensualmente, sobre todo por las grandes empresas en su rol de pagadores de facturas provenientes de las Pymes, sean registrados digitalmente en línea y queden disponibles para que todas las entidades de factoring del mercado puedan acceder en forma segura a esta información. Esto, hará mucho más eficiente el acceso a este tipo de financiamiento por parte de las Pymes.
No olvidemos que casi al final del gobierno anterior se aprobaron una serie de medidas, impulsadas por el ex Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, con el objetivo de masificar la facturación electrónica, pero también de incentivar la generación de los acuses de recibo de las facturas recibidas por parte de los grandes pagadores, motivándolos a confirmar dichas facturas a cambio de poder hacer uso del respectivo crédito fiscal.
Desafortunadamente, en la implementación tecnológica de esta última medida parece que no se dimensionó suficientemente bien el positivo impacto que tendría en la economía esta medida, y actualmente se generan millones de acuses de recibo electrónicos, los cuales no están disponibles para las entidades financieras especializadas en el negocio del factoring, redundando en un pésimo aprovechamiento de esto en el financiamiento de las Pymes.
Sólo como dato duro de la realidad actual, más de 200.000 empresas ya facturan electrónicamente en Chile, lo que equivale a más del 60% de las facturas emitidas en el país. Sin embargo, sólo 13.000 de éstas utilizan el factoring, lo cual es difícil de explicar. La mayoría de las empresas que facturan electrónicamente son Pymes o microempresas que venden productos y servicios a empresas grandes y medianas, para las cuales el factoring definitivamente sería el mejor mecanismo de financiamiento imaginable.
En resumen, nos parece que el Gobierno se ha encaminado bastante bien con estas medidas y nuestra recomendación sería que en el caso del financiamiento a las Pymes, no traten de definir nuevas iniciativas, sino que mejoren la implementación de lo que ya se encuentra muy bien normado.
Mario Fernández
CEO de Gosocket
