Sigue pagando los pecados que heredó del Grupo Claro
CSVA registró una pérdida de US$ 27 millones, luego de un 2015 en que la empresa había podido revertir los millones que han perdido desde que los Luksic tomaron control. Hapag-Lloyd, en la cual CSAV es el principal accionista con un 31,35% de propiedad, perdió US$ 48,5 millones. El anuncio se hace en medio de las conversaciones que mantiene con United Arab Shipping Company SAG (UASC), sobre una posible fusión de sus actividades de transporte de contenedores. A raíz de las tratativas, se decidió postergar la junta anual de accionistas hasta agosto de este año.
Vapores sigue siendo un dolor de cabeza para el Grupo Luksic.
Tal como se ha visto en trimestres anteriores, la naviera volvió a arrojar cifras negativas.
CSVA registró una pérdida de US$ 27 millones, revirtiendo parte de las utilidades que generó en 2015 y que compensaron en parte los millones que han perdido desde que los Luksic tomaron control. Hapag-Lloyd, en la cual CSAV es el principal accionista con un 31,35% de propiedad, perdió US$ 48,5 millones.
Vapores detalla que el resultado se explica principalmente por las desfavorables condiciones de mercado en América del Sur, pero que “gracias a las medidas operacionales adoptadas por la compañía, CSAV ha podido mitigar parcialmente el negativo impacto generado por el contexto de la industria.”
El anuncio se hace en medio de las conversaciones que mantiene con United Arab Shipping Company SAG (UASC), sobre una posible fusión de sus actividades de transporte de contenedores. A raíz de las tratativas, se decidió postergar la junta anual de accionistas hasta agosto de este año. “Las conversaciones entre Hapag-Lloyd AG (HL) con United Arab Shipping Company SAG (UASC), sobre una posible fusión de sus actividades de transporte de contenedores, que ya han sido comunicadas públicamente, implicarían, en el caso de resultar exitosas, cambios en el orden de la agenda de la asamblea. Dichos cambios no podrían ser tomados en consideración en caso de mantener la celebración de la asamblea general el 1 de junio de 2016, debido a las normas y plazos del derecho de sociedades anónimas”, explicaron a través de un comunicado.
Cabe recordar que los Luksic entraron como socios estratégicos en 2011 y tomaron control de la naviera en 2012 para salvarla de una inminente quiebra. En tres años la familia pasó a tener control, soportaron pérdidas de casi US$ 2.000 millones y tuvieron que aportar más de mil 400 millones en aumentos de capital para que la naviera no quebrara.
Pero con el spinoff de SAAM y la fusión con Hapag han logrado recuperar parte de lo perdido y la apuesta es que eventualmente terminará siendo un negocio rentable para el grupo.
La naviera dijo que en negocio portacontenedores, su estructura de costos “sigue evolucionando de manera muy competitiva y se compara favorablemente con nuestros pares de la industria”. Y con respecto a fletes, CSAV dijo que este mes “hemos visto alguna recuperación de tarifas de flete en ciertos tráficos relevantes que, de sostenerse, podrían ayudarnos en la segunda mitad del año”.
La naviera dice que “el impacto de la fuerte caída de las tarifas ex bunker fue parcialmente compensado gracias a las sinergias de la fusión con CSAV y a los planes de reducción de costos que siguen reflejándose positivamente en la estructura de costos de Hapag-Lloyd en el primer trimestre”.
El gerente general de CSAV, Oscar Hasbún, explicó que “hemos crecido en los últimos dieciocho meses de manera importante en nuestra participación de mercado en todos los negocios que operamos como CSAV, y estamos tomado diversas medidas destinadas a reducir nuestra estructura de costos de manera de hacer frente a este escenario más adverso de tarifas de flete. Esperamos que estos menores costos empiecen a ser visibles en la segunda mitad del presente año”.
