Publicidad

BCI eleva proyección de crecimiento para 2016 pero hace lapidario análisis de impacto de la reforma tributaria

El informe del banco concluye que «más allá del juicio que se tenga respecto a esta política y el uso asignado a la mayor recaudación, lleva a una caída de 10% en la inversión productiva privada no minera, esto es excluyendo inversión residencial, respecto de la trayectoria que habría habido sin la reforma tributaria».


El informe trimestral del BCI sobre la economía chilena trae malas noticias para el gobierno, pero escondidas en un titular positivo: eleva las proyecciones de crecimiento para este año, pero hace un lapidario análisis acerca del impacto de la reforma tributaria en la inversión y el crecimiento.

«El cambio en la estructura tributaria y aumento de impuestos, más allá del juicio que se tenga respecto a esta política y el uso asignado a la mayor recaudación, lleva a una caída de 10% en la inversión productiva privada no minera, esto es excluyendo inversión residencial, respecto de la trayectoria que habría habido sin la reforma tributaria», dice el documento.

EL informe hace hincapié en que la inversión ha sido afectada de manera fundamental «por la incertidumbre doméstica e implementación de la reforma tributaria impulsada por el Gobierno».

Y añade que el crecimiento sigue condicionado a mejoras en confianza, «la que, al menos por ahora, no da señales de recuperación».

El documento puntualiza que a eso se suma un mercado laboral debilitado y que finalmente se está alineando con la debilidad del ciclo económico.

El equipo del Departamento de Estudios del BCI que lidera Sergio Lehman, dice que detrás de su decisión de elevar sus proyecciones para el PIB de este año está el sorpresivo crecimiento del primer trimestre.

La nueva proyección

La nueva estimación es que la expansión del PIB de Chile este año llegaría a 1,8%, dos décimas por sobre lo proyectado en el informe anterior. «Vemos precios de commodities más elevados, que podrían contribuir a un mejor desempeño en las economías emergentes. Esta perspectiva algo más favorable se ha reflejado en entradas de capitales hacia estas economías, lo que ha llevado a aumentos en precios de activos y un alivio en las presiones inflacionarias, producto de la baja que esto ha provocado en tipos de cambio».

Aunque el documento recuerda que la inversión se mantiene estancada y el consumo privado no repunta, al tiempo que agrega que el crecimiento en 2017 se mantendría bajo el potencial, situándose en 2,2%. «Ello sugiere una ligera recuperación en la inversión y el consumo, facilitada por un escenario global algo más favorable», explica el informe.

Detalla, asimismo, que el balance de riesgos por el lado de crecimiento económico «se encuentra equilibrado en el corto plazo», pero sesgado a la baja en el mediano.

«A pesar de que las cifras de actividad del primer trimestre estuvieron algo por sobre lo previsto, se mantiene el débil desempeño de la economía chilena», sostiene. Apunta que la minería muestra leves mejoras «de la mano con mayores eficiencias en el sector, que han permitido reducir los costos de producción de cobre en torno a 10 a 15%».

Alerta que ve un  escenario externo aún incierto, «aunque algo menos de lo que se visualizaba hace unos meses».

El informe afirma que la región enfrenta una situación compleja, impactada por las caídas en precio de commodities, datos que podrían llevar a revisiones a la baja en la calidad crediticia de los países más comprometidos en materia de solvencia, «lo que podría afectar las inversiones en la región, y con ello el desempeño económico chileno».

Acerca de la inflación, el BCI dice que continuará descendiendo, «lo que le permitirá retornar al rango de tolerancia del Banco Central que va de 2 a 4% en doce meses, dentro de los  próximos meses». La razón es que los salarios nominales han comenzado a sufrir, reflejo de un mercado laboral más débil.

Dado el nuevo escenario, el BCI estima que el Banco Central haría un aumento en la Tasa de Política Monetaria hacia fin de año, principalmente para compensar las alzas esperadas en la tasa Fed Funds, «que genera presiones alza en el tipo de cambio, y a través de ese canal sobre la inflación».

Y termina señalando que el BC «continuaría la normalización de tasas de política, para a fines de ese año llevarla a su nivel neutral, 4,25%, 25 pb bajo la estimación previa, en línea con una revisión global en la misma dirección. Ello implica, naturalmente, que la actual tasa de política sería menos expansiva de lo que se preveía hace tiempo».

Publicidad

Tendencias