Publicidad
Errores, recesión económica y resaca política afectan ánimo olímpico de Brasil

Errores, recesión económica y resaca política afectan ánimo olímpico de Brasil

Particularmente incómodo para los líderes extranjeros es que actualmente el país tiene dos presidentes, porque Dilma Rousseff está suspendida y a la espera de un juicio político. Ya sea debido a la crisis de seguridad o a cuestiones políticas, sólo alrededor de 40 países enviarán funcionarios de alto nivel a Río, un marcado contraste con los más de 100 jefes de Estado que asistieron a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.


El ideal olímpico del espíritu deportivo noble que une a todas las naciones apenas fue visible en Río de Janeiro cuando el portador de la antorcha olímpica se bajó los pantalones delante de la multitud y las cámaras en protesta contra el presidente interino de Brasil Michel Temer.

Imágenes del hombre con poca ropa -que llevaba una tanga de leopardo con las palabras «Fuera Temer» escritas en las nalgas- se viralizaron en Brasil y se convirtieron en el último de una serie de incidentes bochornosos que aquejan al país anfitrión de los XXXI Juegos Olímpicos.

Desde el sucio campo de regatas en la Bahía de Guanabara hasta viviendas sin terminar para los atletas que la delegación australiana calificó de «inhabitables», Brasil ha acumulado una serie de embarazosas equivocaciones.

Particularmente incómodo para los líderes extranjeros es que actualmente el país tiene dos presidentes, porque Dilma Rousseff está suspendida y a la espera de un juicio político. Ya sea debido a la crisis de seguridad o a cuestiones políticas, sólo alrededor de 40 países enviarán funcionarios de alto nivel a Río, un marcado contraste con los más de 100 jefes de Estado que asistieron a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Otros titulares que han estremecido a los funcionarios fueron el asesinato de un jaguar para usarlo en una sesión de fotos olímpicas y que el equipo de baloncesto chino quedó atrapado en un tiroteo cuando llegó a Río.

Los dos líderes brasileños responsables de llevar las Olimpiadas a Río, Rousseff y su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, no asistirán a la ceremonia de apertura del viernes. En un intento por proteger a Temer del mismo tipo de burlas que Rousseff sufrió durante la ceremonia inaugural del Mundial de Fútbol 2014, los organizadores pondrán música a todo volumen en el estadio Maracaná el viernes tan pronto como se inauguren los juegos, de acuerdo con sus asistentes.

Sin embargo, la posibilidad de que haya más incidentes vergonzosos durante los Juegos Olímpicos sigue siendo alta. Sindicatos y grupos de estudiantes planean protestas en la avenida frente a la playa de Copacabana en Río de Janeiro en los próximos días, con la esperanza de captar la atención de los medios internacionales.

«El que haga cualquier tipo de protesta contra este evento atenta contra Brasil, los brasileños y su propia persona», dijo Eliseu Padilha, jefe del gabinete de Temer.

Publicidad

Tendencias