La junta de siete miembros del banco mantuvo la tasa de referencia en 7,75 por ciento en agosto, luego de subirla en sus 11 reuniones mensuales previas al tiempo que la inflación alcanzaba un máximo en 16 años. El siguiente movimiento del banco será empezar a bajar las tasas de nuevo en febrero del año próximo, según los economistas que participaron en la encuesta mensual del banco más reciente.
Tres miembros de la Junta Directiva del Banco de la República de Colombia indicaron que las expectativas de inflación de la nación necesitan mejorar antes de que consideren bajar las tasas de interés.
Los codirectores César Vallejo, Adolfo Meisel y Juan Pablo Zárate dijeron en entrevistas por separado que quieren ver señales claras de que la inflación está en camino de regresar a su rango meta para que apoyen cualquier flexibilización de la política monetaria.
«Hay que ver dos cosas. Uno es que efectivamente la inflación sí esté bajando a un ritmo rápido y que sea previsible que al final del año 2017 estaremos dentro del rango meta», dijo Meisel en una entrevista en el departamento de Córdoba el viernes por la noche. «La segunda es que las expectativas estén reancladas».
La tasa anual de inflación de Colombia tuvo su mayor caída en siete años el mes pasado cuando el suministro de alimentos se recuperó de una sequía y una huelga de camioneros, mientras que el fortalecimiento del peso desaceleró el encarecimiento de los costos de importación. Eso hizo que el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijera que «lo peor ya pasó” para la inflación, y que esperaba que la nueva tendencia inflacionaria permitiera a la junta directiva del banco central bajar las tasas de interés pronto.
La junta de siete miembros del banco mantuvo la tasa de referencia en 7,75 por ciento en agosto, luego de subirla en sus 11 reuniones mensuales previas al tiempo que la inflación alcanzaba un máximo en 16 años. El siguiente movimiento del banco será empezar a bajar las tasas de nuevo en febrero del año próximo, según los economistas que participaron en la encuesta mensual del banco más reciente.
«Mientras las expectativas de inflación estén por encima del rango meta, no hay razón para empezar a recortar las tasas», dijo Vallejo. «Para mí ese es el indicador clave».
La inflación anual se desaceleró a un 8,1 por ciento en agosto, desde 8,97 por ciento en julio. Según la encuesta del banco, seguirá bajando al 3,96 por ciento para finales del 2017, justo dentro del objetivo del banco central, que es del 3 por ciento, más o menos un punto porcentual.
Conforme la inflación baje, y las expectativas se acerquen al objetivo, la política monetaria comenzará a normalizarse, dijo Zárate.
